En un contexto donde el turismo es considerado como la locomotora de la economía cubana, la situación actual es alarmante. A pesar de que los competidores regionales están rompiendo récords de llegadas de vacacionistas extranjeros, Cuba se queda muy por debajo de sus expectativas.
Según expertos, el sector turístico cubano está funcionando a marcha forzada tras tres años sin alcanzar el número de turistas previstos. Los primeros tres meses de 2025 no son nada alentadores. José Luis Perelló, un reconocido estudioso del turismo en Cuba, ha sostenido que se ha perdido una década en este sector.
La recuperación, según él, no llegará hasta 2029 o 2030, cuando se espera alcanzar las cifras de 2019. Este escenario plantea una gran incertidumbre sobre la capacidad de Cuba para impulsar su economía a través del turismo.
En febrero pasado, el primer ministro castrista, quien anteriormente ocupó el cargo de titular de turismo, hizo un llamado a recuperar este sector, especialmente al ver cómo sus competidores regionales ganan terreno.
Sin embargo, Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group, señala que, dadas las condiciones actuales, la situación es irrecuperable. La desbandada de turoperadores que alguna vez apostaron por el destino Cuba se debe a los altos costos, el mal servicio y la mala imagen que se ha ido formando entre los turistas.
La situación ha llevado a que varios tour operadores, como Sunwing Vacation, eliminen hoteles cubanos de su lista de destinos, citando la falta de condiciones adecuadas en estas instalaciones. Esta decisión ha dejado a muchos hoteles en una situación crítica, ya que dependen en gran medida del turismo canadiense.
El economista Pedro Monreal ha analizado el alto peso relativo de la inversión asociada al turismo, a pesar de la baja tasa de ocupación hotelera, que ronda el 23%. Sin embargo, él cree que si se logra brindar un servicio de calidad, hay posibilidades de que el sector comercial pueda seguir creciendo.
Ante el desplome del turismo, el gobierno cubano ha comenzado a apostar por los viajeros de Rusia, quienes en muchos casos forman parte del llamado turismo corporativo. Este enfoque se presenta como un tipo de trueque o pago por el crudo recibido de Rosneft, el gigante petrolero ruso. La estrategia ha generado críticas y dudas sobre la viabilidad de depender de un mercado tan específico.
La situación del turismo en Cuba es un claro ejemplo de los retos que enfrenta el país en su intento de recuperar un sector vital para su economía. Las decisiones tomadas por las plataformas de paquetes turísticos reflejan una realidad que no se puede ignorar, y el futuro del turismo cubano está en juego.