
El domingo, el presidente Donald Trump anunció que instruirá a diferentes agencias federales para que vuelvan a abrir «Alcatraz sustancialmente ampliado y reconstruido, un lugar que fue una cárcel federal durante muchos años y ahora se ha convertido en un parque nacional.
En la red Truth Social el mandatario dijo que durante muchos años Estados Unidos ha sufrido los desmanes de antisociales por lo que es necesario abrir este establecimiento como prisión. «¡Reconstruye y abre Alcatraz! Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha estado plagado de delincuentes viciosos, violentos y reincidentes, la escoria de la sociedad, que nunca contribuirán con nada más que miseria y sufrimiento», resaltó el mandatario republicano.
La isla de Alcatraz situada en la bahía de San Francisco anteriormente fue una fortaleza militar de gran relevancia y después de 1934 se convirtió en prisión federal recibiendo en casi treinta años a más de 1.500 reclusos de alta calificación para cumplir sus condenas en otros establecimientos penitenciarios federales, de acuerdo con El Servicio de Parques Nacionales.
De acuerdo con una investigación realizada por el Servicio de Parques Nacionales, se pensó en un principio que no cumplía con los requisitos para funcionar como una entidad federal por su reducido tamaño, su localización remota y la ausencia de agua potable.
No obstante, Sanford Bates, quien se desempeñaba como director de la Oficina de Prisiones en 1933, se percató posteriormente de que era un sitio perfecto para la reclusión de aproximadamente 200 de los más desamparados o irremediables. En el año siguiente, fue inaugurado oficialmente como prisión federal.
Trump insinuó en su mensaje que desea rehabilitar los espacios destinados a tal fin. «Cuando éramos una nación más seria, en tiempos pasados, no dudamos en encerrar a los criminales más peligrosos y mantenerlos lejos de cualquier persona a la que pudieran dañar. Así es como se supone que debe ser», reflexionó el republicano.
La Oficina de Prisiones no ofreció una respuesta inmediata a una solicitud de comentarios el domingo por la noche. De acuerdo con la Administración Penitenciaria, Alcatraz tenía una población promedio de entre 260 y 275 reclusos durante su funcionamiento. La prisión nunca llegó a ocupar su máxima capacidad de 336 internos y albergaba a menos del uno por ciento de todos los reclusos en el sistema federal.
El presidente que asumió el mandato el 20 de enero del presente año insinuó que quería emplear a Alcatraz para enviar a los inmigrantes indocumentados que continúan residiendo en Estados unidos de forma ilegal con un claro mensaje a los «jueces que tienen miedo de hacer su trabajo y permitirnos expulsar a los criminales que entraron ilegalmente a nuestro país».
El pasado mes de marzo en cooperación con Nayib Bukele, Donald Trump envió 200 inmigrantes a El Salvador por ser presuntos integrantes de pandillas venezolanas reconocidas por su alto grado de peligrosidad en la región, empleando la Ley de Enemigos Extranjeros como argumento legal.
La semana pasada, un juez federal nombrado por Trump denegó la solicitud de Trump de utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros con el fin de deportar a supuestos miembros de pandillas originarios de Venezuela. Trump criticó las decisiones de los jueces al argumentar por qué reabriría la cárcel el domingo por la noche, señalando a Alcatraz como «símbolo de la ley y el orden».
«Los jueces, muchos de estos jueces radicalizados, quieren tener juicios para cada una de las personas que están en nuestro país ilegalmente. Eso significaría millones de juicios, y es tan ridículo lo que está sucediendo», manifestó Trump el domingo por la noche en una rueda de prensa efectuada en la Casa Blanca.
De forma análoga, en marzo, Trump dio a conocer una iniciativa para interceptar a los inmigrantes que pretende deportar en la Bahía de Guantánamo, Cuba, sin embargo, las dudas sobre la legalidad y los gastos asociados a la acción han llevado al gobierno a replantearse la estrategia.
La Oficina de Prisiones gestiona un mínimo de 120 establecimientos federales y supervisa una población de 156,254 individuos. No se sabe con certeza cuán viable es la iniciativa, dado las restricciones financieras actuales que enfrenta la Oficina de Prisiones. En diciembre, esta oficina notificó a un sindicato que representa a algunos de sus empleados sobre su intención de cerrar varias instalaciones.
La prisión de Alcatraz se clausuró en 1963, de acuerdo con la Oficina de Prisiones, debido a los elevados gastos de funcionamiento, que se veían complicados por la lejanía de la isla, lo que implicaba que la comida y otros suministros debían ser transportados en barco.
Según la Oficina de Prisiones «se necesitaron entre 3 y 5 millones de dólares solo para los trabajos de restauración y mantenimiento para mantener abierta la prisión. Esa cifra no incluía los costos operativos diarios: Alcatraz era casi tres veces más caro de operar que cualquier otra prisión federal»,
Casi diez años más tarde, en 1972, se creó el Área Recreativa Nacional Golden Gate mediante una legislación del Congreso, abarcando también la isla de Alcatraz. Este destino se inauguró al público en 1973 y ha alcanzado gran afluencia, convirtiéndose en uno de los lugares más visitados del Servicio de Parques Nacionales, con más de un millón de turistas anuales, según afirma la agencia.
La demócrata Nancy Pelosi, quien fue presidenta de la Cámara de Representantes y representa a California, comentó sobre la propuesta de Trump, calificándola de poco seria, y añadió que actualmente es una «importante atracción turística».
Un representante del gobernador californiano, Gavin Newsom, igualmente restó importancia a la validez de la propuesta. «Parece que es un día de distracción nuevamente en Washington, D.C.», dijo la subdirectora de comunicación de Newson, Diana Crofts-Pelayo.