En un contexto marcado por protestas de inmigrantes en varias ciudades de Estados Unidos, el presidente Donald Trump decidió enviar a Luisiana, Texas y la Florida a un total de 700 efectivos del ejército de Estados Unidos para que contribuyan a llevar a cabo los operativos antiinmigrantes que lidera el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otras agencias del gobierno.
Los militares que prestarán apoyo provienen de distintos sectores del Departamento de Defensa de acuerdo con el Título 10 no se emplearán en situaciones de disturbios ni manifestaciones sino más bien su misión estará centrada en actividades administrativas y en materia logística relacionadas con los inmigrantes en las diferentes instalaciones de ICE.
Sean Parnell quien es vocero del Pentágono explicó que la finalidad es que los efectivos policiales estén libres para enfrentar cualquier situación de orden público en las calles y las relacionadas con la seguridad de la frontera. «El Departamento de Defensa colabora con el Departamento de Seguridad Nacional para mantener la soberanía, integridad territorial y seguridad de Estados Unidos. Este apoyo proporciona recursos cruciales para cumplir la misión del ICE», aseguró el portavoz.
El comunicado se produce en un escenario de gran tensión en el país motivada por las oleadas de arrestos que se han desatado hace unas semanas contra los inmigrantes y después que se produjera un enfrentamiento entre los tribunales y la actual administración por el envío de tropas hacia los Ángeles. En esta ciudad el gobernador, Gavin Newson acusó al presidente y su gabinete de violar las leyes por el envío de tropas sin su consentimiento.
En cambio, Luisiana, Florida y Texas donde gobierna el partido republicano permitieron la entrada de tropas del ejército en sus territorios en respaldo al presidente. En el caso de este último estado, su gobernador Greg Abbott llegó a prever el apoyo de la Guardia nacional para controlar las protestas que favorablemente se han producido sin males mayores.
El traslado de militares a estos estados se suma a una reciente acción de Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) que comenzó en el mes de febrero y pronto emitirá Notificaciones de Comparecencia (NTA) a miles de inmigrantes buscando su deportación. A partir de ese momento, más de 26,700 migrantes han iniciado su proceso de deportación luego de obtener respuestas desfavorables a sus peticiones de asilo, residencias permanentes o autorizaciones laborales.
En un comunicado la agencia federal ha dicho que esta medida tiene como objetivo cumplir una orden ejecutiva del presidente para «Proteger al Pueblo Estadounidense contra la Invasión». Matthew Tragesser, portavoz del USCIS, indicó que actualmente se emiten hasta 1,840 avisos de comparecencia por semana, de los cuales 500 están vinculados a solicitudes de asilo y 100 al Estatus de Protección Temporal (TPS).
La comunidad cubana se ha visto afectada por este fortalecimiento de las medidas migratorias. El pasado mes ICE deportó a 130 cubanos a la isla en el mayor vuelo de repatriados en los últimos cinco años. Un total de 587 antillanos fueron devueltos desde EE.UU y otros países por esta vía en lo que va de año.
Sin embargo, la dictadura cubana no está aceptando a los nacionales suyos que posean antecedentes criminales o que hayan estado fuera del país por un tiempo prolongado lo cual dificulta este proceso. Según datos del gobierno de EE.UU más de 42.000 ciudadanos cubanos tienen órdenes de deportación definitiva y están bajo libertad supervisada por las agencias federales.
El despliegue de militares en estados de mayoría republicana también se materializa con un aumento de operaciones en centros de trabajo, escuelas y tribunales del país principalmente del sur del país. De acuerdo con la información de fuentes internas, la meta sería lograr 3,000 arrestos diarios de inmigrantes sin documentos en toda la nación.
El temor en la comunidad migrante se exacerba cuando los arrestos no distinguen entre los que tienen antecedentes y las personas que simplemente trabajan e incluso tienen sus procesos en trámites de regularización como son los casos de quienes tienen formularios I-220A. Este envío de tropas de la administración de EE.UU para apoyar a ICE es un nuevo mecanismo del gobierno para hacer cumplir la decisión del mandatario de expulsar del país a todos los inmigrantes, asesorado en la Casa Blanca por Stephen Miller.