
Después de más de seis décadas de historia y servicio ininterrumpido, Pete’s Barber Shop ha cerrado definitivamente sus puertas. Este emblemático establecimiento, que abrió por primera vez en 1956, fue la primera tienda en el Sunnyland Shopping Center ubicado en Pinecrest y se convirtió en un punto de referencia para generaciones de clientes fieles. La comunidad se reunió para rendir homenaje a un lugar donde los cortes de cabello no solo fueron precisos, sino donde se forjó un legado imborrable.
Pete’s Barber Shop no solo fue el primer comercio en el Sunnyland Shopping Center, sino que también se ganó la confianza y el cariño de la comunidad local. Durante más de 60 años, fue un espacio donde las familias acudían para sus cortes de cabello, disfrutando de un ambiente familiar y de la experiencia de barberos expertos.
Este barbershop inaugurado en 1959 fue testigo de innumerables momentos personales y sociales, convirtiéndose en un punto de encuentro para los residentes de Pinecrest y áreas aledañas. Su historia se entrelaza con la vida cotidiana de quienes vivieron en la zona, ofreciendo no solo un servicio, sino también un sentido de pertenencia.
En el establecimiento, que daba la impresión de haber congelado el tiempo, todavía vibraban los ecos de pláticas pasadas, rodeado de asientos desgastados, una vetusta caja registradora y retratos enmarcados que narraban historias propias. «Allí estamos mi hermana y yo el día que mi papá compró la tienda», dijo un pariente con melancolía mientras mostraba una fotografía de aquella época.
Para Charlie, uno de los barberos más veteranos del local, este fue su primer empleo y después se convirtió en su segundo hogar, de acuerdo a las declaraciones que ofreció a Local 10. En el decursar de los años atendió a personalidades como el estelar pelotero Alex Rodríguez y políticos como Jeb Bush, este último visitante asiduo de la barbería. «Siempre venía. Aquí lo cuidábamos como a un amigo», aclaró Charlie.
Según se conoce los primeros clientes que llegaron al local de jóvenes posteriormente fueron acompañados por sus descendientes quienes continúan apoyando el legado del negocio. El propietario actual, Howard Fairfield, afirma que la razón del cierre del negocio es el incremento excesivo del alquiler. «Estamos pagando $6,055 de renta mensual y ganando alrededor de $4,000. No podíamos seguir», lamentó.
Fairfield decidió no aumentar sus tarifas a $20 por un corte, en contraste con los $40 o $50 que practican otras barberías cercanas, como muestra de consideración hacia sus clientes. Sería absurdo cobrar más, declaró. El cierre de Pete’s Barber Shop fue recibido con una emotiva despedida por parte de la comunidad. Clientes, vecinos y amigos se reunieron para honrar la historia y el legado de un lugar que, durante más de 60 años, fue sinónimo de cortes de calidad y un trato cercano.
Este adiós marca el fin de una era para el Sunnyland Shopping Center y para Pinecrest, pero también resalta la importancia de preservar y recordar los espacios que han sido testigos de tantas historias personales y comunitarias.
Aunque Pete’s Barber Shop ya no abrirá sus puertas, su legado permanece vivo en la memoria de quienes lo visitaron y en la historia local. Este barbershop simboliza la dedicación, la tradición y la conexión humana que pueden existir en un negocio familiar. La historia de Pete’s Barber Shop es un recordatorio del valor de los lugares que, más allá de ofrecer un servicio, construyen comunidad y dejan una huella imborrable en la vida de sus clientes.