Servicio Meteorológico de EE.UU emite alerta por ola de calor que afectará a millones de personas

Altas temperaturas. Foto: Shutterstock

El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) ha emitido una alerta por una ola de calor “extremadamente peligrosa” que azota a gran parte del país, afectando a más de 150 millones de personas desde el Medio Oeste hasta la Costa Este.

Las temperaturas, que oscilan entre los 32 y los 38 grados Celsius (90–100 °F), amenazan con romper récords históricos y, lo más preocupante, se mantendrán elevadas incluso durante las noches, impidiendo el descanso térmico habitual y aumentando el riesgo de impactos severos en la salud pública.


De acuerdo con una información en X del MWS «este nivel de riesgo de calor es conocido por ser raro y/o de larga duración, con poco o nada de alivio durante la noche, y afecta a cualquiera sin refrigeración efectiva y/o hidratación adecuada».

Las autoridades locales de Nueva York, Boston y Filadelfia han declarado el estado de emergencia ante la intensidad del fenómeno. El NWS en Albany advirtió que este tipo de calor representa la principal causa de muertes por fenómenos meteorológicos en el país.

Ciudades como Washington D.C., Columbus (Ohio), Filadelfia y Nueva York figuran entre las más golpeadas por esta cúpula térmica, que, según los expertos, podría prolongarse hasta el jueves o más allá. En otra publicación, esta vez en Instagram el NWS añadió que estas urbes llegan a sentir buena parte del calor lo que se traduce en mayor inquietud sobre posibles problemas en la salud humana.

Los sectores más vulnerables incluyen a niños, personas mayores, personas sin hogar y aquellos con enfermedades crónicas. En 2023, Estados Unidos registró 2 325 muertes relacionadas con el calor, una cifra récord que podría repetirse si no se toman medidas de prevención. El calor extremo puede causar deshidratación, golpes de calor y complicaciones cardiovasculares, especialmente en personas expuestas por tiempo prolongado sin protección.


Autoridades de algunos estados han comenzado a preocuparse por esta ola de calor como es el caso de Nueva York donde la NWS allí dijo que «las alertas de calor extremo y las precauciones por el calor permanecen vigentes. El calor es la principal causa de muertes relacionadas con el clima la mayoría de los años».

Las autoridades recomiendan evitar las actividades al aire libre durante las horas más calurosas del día, mantenerse hidratado, usar ropa ligera y permanecer en lugares con aire acondicionado. Además, se ha instado a la población a verificar el estado de salud de familiares o vecinos vulnerables.

Esta ola de calor es parte de un patrón climático cada vez más frecuente y extremo, que plantea desafíos tanto para las infraestructuras urbanas como para la salud pública. Las autoridades siguen monitoreando la situación y se espera la actualización de las alertas en las próximas horas.

En el año 2023 Estados Unidos vivió el verano más caluroso registrado hasta esa fecha, con olas de calor recurrentes y prolongadas. Ese año, la cifra de muertes por calor alcanzó los 2 325 fallecimientos, el número más alto documentado. En el 2022 el calor extremo se combinó con sequías y olas de incendios forestales en California y otros estados del suroeste mientras que en el 2021 una intensa ola de calor afectó al noroeste del Pacífico, alcanzando temperaturas récord en ciudades como Portland (116 °F/46 °C) y Seattle (108 °F/42 °C). Este evento fue considerado por científicos como “casi imposible” sin el cambio climático.

En comparación, la ola de calor de junio de 2025 destaca no solo por su intensidad, sino también por su extensión geográfica y la falta de alivio nocturno, un factor que incrementa el riesgo sanitario en zonas densamente pobladas.


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