Un joven de 26 años fue arrestado en La Pequeña Habana tras ser acusado de amenazar de muerte a su exnovia mediante mensajes de voz en los que describía actos de extrema violencia, según informaron las autoridades locales.
El detenido, identificado como Christian Jesús Arias Acosta, fue capturado el pasado 2 de julio en el gimnasio Power Gym, ubicado en la Northwest Seventh Street de la popular barriada miamense. El caso se inició después de que su exnovia denunciara que el pasado 6 de junio, alrededor de las 10:15 de la mañana, recibió varios mensajes de voz con amenazas explícitas.
Entre las frases escalofriantes enviadas por Arias, destacan amenazas de decapitarla y exhibir su cabeza en el balcón. Además, cuando la mujer le pidió que dejara de acosarla, él respondió: “No, nunca, hasta que mueras”.
La víctima presentó las grabaciones como evidencia ante las autoridades. Según el informe policial, existían antecedentes de violencia doméstica entre ambos, lo que reforzó la gravedad de la denuncia.
Tras su detención, Arias fue trasladado al Departamento de Policía de Miami, donde renunció a sus derechos Miranda y admitió haber enviado las amenazas. Actualmente se encuentra recluido en el Centro Correccional Turner Guilford Knight.
El joven enfrenta un cargo por amenazas de muerte o daño, considerado un delito grave de segundo grado bajo el Estatuto 836.10 de Florida. De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 15 años de prisión y multas que podrían alcanzar los 10.000 dólares.
El arresto de Arias Acosta ocurre en un contexto de creciente violencia en La Pequeña Habana. En la misma semana, la policía respondió a otros hechos violentos en la zona, como el tiroteo que dejó a una mujer herida por el impacto de una bala en su estómago, presuntamente en un incidente de violencia doméstica. Según el Departamento de Policía de Miami el incidente se desató a las 12:40 am y los equipos de emergencia que acudieron al lugar tuvieron que trasladar a la víctima hacia el Centro de Trauma Ryder del Hospital Jackson Memorial.
En otro altercado un hombre fue baleado en la pierna tras una disputa por un espacio de estacionamiento. Las autoridades identificaron a Génesis Arias y Héctor Baqueda quienes quedaron bajo arresto por dispararle a Edgar Morales. Las autoridades reiteran el llamado a denunciar cualquier tipo de amenaza o episodio de violencia doméstica, destacando que estas situaciones pueden escalar rápidamente y poner vidas en riesgo.
En Florida, y en la mayoría de los estados de EE. UU., amenazar de muerte a alguien —ya sea por escrito, verbalmente o mediante mensajes de texto, redes sociales o grabaciones de voz— es un delito grave. La sanción depende de varios factores: la gravedad de la amenaza, si hubo intención real de hacer daño, antecedentes criminales del acusado y si la víctima pertenece a un grupo vulnerable (menores, ancianos, pareja, etc.).
Las penas para este delito incluyen hasta 15 años de prisión estatal, 15 años de libertad condicional y multas que podrían alcanzar los 10.000 dólares. La legislación contempla sanciones más severas si existen circunstancias agravantes, como antecedentes de violencia doméstica, el uso de armas o amenazas particularmente violentas y detalladas.
El impacto emocional y psicológico en las víctimas también es un factor que los tribunales consideran al momento de dictar sentencia. En muchos casos, basta con que la víctima pueda demostrar que sintió miedo real e inminente por su seguridad para que se configure el delito.