Una poderosa tormenta eléctrica sacudió la capital cubana durante la noche del martes, iluminando el cielo habanero con rayos de gran intensidad y dejando imágenes que se volvieron virales en redes sociales. El fenómeno, aunque breve, causó sorpresa entre los residentes y generó preocupación en medio de una temporada ciclónica que ha sido catalogada como potencialmente intensa por los meteorólogos.
Uno de los momentos más espectaculares fue captado en El Vedado, donde un enorme rayo cayó cerca del emblemático Hotel Habana Libre y la Torre K, resaltando los contornos de estos edificios en plena noche. Las imágenes, tomadas por ciudadanos desde balcones, calles y azoteas, muestran un cielo electrificado de manera dramática, que convirtió a la capital cubana en escenario de una postal apocalíptica.
Reacciones ciudadanas: entre el asombro y el temor
Aunque no se reportaron daños materiales ni víctimas, muchos residentes expresaron en redes sociales su susto ante la fuerza de la tormenta. “Parecía que el cielo se abría en dos”, escribió un usuario en X (antes Twitter), mientras otro compartía un video acompañado del mensaje: “Así fue como nos despertó La Habana esta noche”.
El evento dejó sin electricidad a varias zonas de la ciudad durante algunos minutos, aunque el servicio fue restablecido con relativa rapidez. Algunos vecinos dijeron haber escuchado estruendos similares a explosiones, lo que generó confusión en las primeras horas de la madrugada.
Imágenes virales y seguimiento digital
La rapidez con que las imágenes se difundieron en redes sociales refleja no solo el impacto visual del fenómeno, sino también el creciente papel de la ciudadanía en la documentación de eventos naturales. Videos capturados con teléfonos móviles desde diferentes puntos de la ciudad mostraban desde rayos zigzagueando sobre el Malecón hasta apagones instantáneos en barrios periféricos.
Plataformas como Facebook, X y Telegram se llenaron de comentarios y fotos que convirtieron el evento en uno de los temas más comentados del día, tanto dentro como fuera de Cuba.
Recientemente una tragedia estremeció al municipio montañoso de Manicaragua, en Villa Clara, cuando tres adolescentes de entre 13 y 14 años fallecieron tras ser alcanzados por un rayo mientras intentaban conectarse a internet en una loma durante una tormenta eléctrica. Una cuarta menor resultó gravemente herida y fue trasladada al Hospital Pediátrico José Luis Miranda, en Santa Clara. Entre los fallecidos se encontraba Jorge Alejandro de la Coba Monteagudo, un joven cubano residente en Estados Unidos que se encontraba de visita en la isla.
El suceso generó gran consternación en la comunidad y en redes sociales, donde se difundieron mensajes de condolencia y llamados a tomar mayor conciencia sobre los peligros de las tormentas eléctricas. Las autoridades locales informaron que están brindando apoyo a las familias afectadas, aunque han sido criticadas por no ofrecer detalles completos sobre las circunstancias del hecho.
En Cuba, las descargas eléctricas constituyen la principal causa de muerte por fenómenos naturales, superando incluso a los huracanes. Según el Instituto de Meteorología, entre 1987 y 2017 fallecieron 1 742 personas por este tipo de eventos. La situación es aún más delicada en zonas rurales, donde el acceso limitado a internet lleva a los jóvenes a buscar señal en espacios abiertos y desprotegidos, como ocurrió en este caso.
Contexto: una temporada ciclónica con señales de alerta
La tormenta de La Habana ocurre en el contexto de una temporada de huracanes que ya ha mostrado señales de agresividad. Apenas dos días antes, el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. confirmó la formación de la tormenta tropical Dexter en el Caribe, un sistema que ha dejado fuertes lluvias en el occidente de la isla y provocó apagones intermitentes en varias provincias.
Los pronósticos de la temporada ciclónica 2025 prevén entre 13 y 19 tormentas tropicales, de las cuales varias podrían convertirse en huracanes. Este panorama ha encendido las alarmas en sectores sensibles como la agricultura. En Pinar del Río, productores de tabaco han reforzado infraestructuras y asegurado almacenes, temiendo una repetición del desastre causado por el huracán Ian en 2022.
Lecciones y prevención
Aunque en esta ocasión no se registraron consecuencias graves, expertos advierten que fenómenos eléctricos de esta intensidad pueden representar riesgos significativos, especialmente en una infraestructura urbana frágil como la de La Habana. Las autoridades recomiendan mantenerse informados a través de medios oficiales, evitar el uso de dispositivos electrónicos durante tormentas y desconectar electrodomésticos para prevenir daños por descargas.
Este episodio sirve como recordatorio del poder de la naturaleza en una isla cada vez más expuesta a los efectos del cambio climático, y donde cada tormenta es un ensayo general para enfrentar fenómenos mayores.