
Un migrante cubano relató en primera persona su experiencia al acogerse al programa de autodeportación voluntaria mediante la aplicación CBP Home, implementada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos. Aunque el proceso le garantizaba un boleto aéreo hacia Cuba y un incentivo económico de 1.000 dólares, este último beneficio nunca le fue entregado, generando dudas sobre la transparencia y el funcionamiento de la iniciativa.
De un parole humanitario a la salida forzada
El protagonista del caso ingresó a Estados Unidos en agosto de 2024 gracias a un parole humanitario, un mecanismo que en los últimos años ha beneficiado a miles de cubanos. Sin embargo, al perder en junio de 2025 su permiso de trabajo, quedó sin opciones legales para sostenerse y decidió registrarse en CBP Home, que se presenta como una alternativa “ordenada y voluntaria” para salir del país.
El procedimiento, en sus primeras etapas, pareció organizado: las autoridades le solicitaron enviar una fotografía de su pasaporte, coordinar la fecha de salida por correo electrónico y atender llamadas de recordatorio. Incluso el día previo a su vuelo recibió insistentes mensajes del DHS para confirmar su viaje.
Un viaje bajo vigilancia constante
La salida hacia Cuba estuvo marcada por un seguimiento estricto. El migrante tuvo que reportar su ubicación en cada paso del trayecto: desde el check-in en el aeropuerto estadounidense hasta los controles de inmigración. La comunicación se realizaba por correo electrónico y WhatsApp, bajo la supervisión del DHS.
Ya en La Habana, el escenario cambió. Fue apartado del resto de los pasajeros y conducido a un interrogatorio donde se le cuestionó sobre su estancia en EE. UU., su situación laboral y sus motivos para regresar. Aunque finalmente fue autorizado a salir del aeropuerto, describió ese momento como uno de gran tensión e incertidumbre.
El incentivo que nunca llegó
El mayor reclamo del migrante es que nunca recibió los 1.000 dólares prometidos como parte del programa. Antes de viajar había advertido al DHS sobre las limitaciones del embargo y la falta de canales financieros directos para enviar dinero a Cuba, pero le aseguraron que no debía preocuparse. Una vez de regreso en la isla, intentó comunicarse con el equipo financiero del DHS para reclamar el pago, sin obtener respuesta alguna.
La experiencia, según relató, le dejó una sensación de desamparo e incumplimiento, lo que lo llevó a compartir su testimonio como advertencia para otros cubanos que valoren inscribirse en el programa.
Advertencia a otros migrantes
El cubano aconseja cautela a quienes consideren acogerse a CBP Home. Reconoce que el proceso de salida estuvo bien coordinado en lo logístico, pero sostiene que el incumplimiento del incentivo económico es una señal de falta de seriedad. “El dinero nunca llegó y nadie responde”, afirmó, subrayando la vulnerabilidad en la que quedan los migrantes al regresar sin recursos.
Además de este caso, el medio CiberCuba ha reportado testimonios similares de otros migrantes cubanos que utilizaron el programa CBP Home para retornar a la isla. Ellos también denunciaron que nunca recibieron los $1,000 prometidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), lo que ha generado una creciente desconfianza en el proceso. Estas quejas colectivas refuerzan la percepción de que existe una brecha entre los compromisos oficiales y la experiencia real de los participantes, alimentando dudas sobre la transparencia y la eficacia del mecanismo de autodeportación.
CBP Home: un programa cuestionado
El caso no es aislado. CBP Home, lanzado con el objetivo de agilizar la salida voluntaria de migrantes en situación irregular, ha recibido múltiples críticas por su falta de transparencia. El DHS lo promociona como una vía más humana que las deportaciones forzadas, ofreciendo pasajes gratuitos y compensaciones económicas. Sin embargo, los testimonios recogidos hasta ahora apuntan a deficiencias en la implementación y el incumplimiento de promesas.
Impacto en la política migratoria de EE. UU.
Según cifras oficiales, entre enero y julio de 2025 1,6 millones de inmigrantes abandonaron Estados Unidos, entre deportaciones y autodeportaciones voluntarias. CBP Home ha sido una herramienta clave dentro de esta estrategia, pero su funcionamiento plantea interrogantes sobre los verdaderos beneficios que ofrece.
A pesar de que las cifras oficiales hablan de unas 150.000 deportaciones, distintos reportes apuntan a que muchos migrantes eligieron la vía de la autodeportación. Para ello utilizaron la aplicación CBP Home, una herramienta que agiliza el proceso de salida del país y les ofrece un boleto de avión de solo ida junto con un incentivo económico de 1.000 dólares.
Analistas migratorios señalan que, aunque el programa reduce costos y libera presión al sistema de detención, puede convertirse en un mecanismo encubierto de deportación que desplaza la carga y los riesgos hacia los propios migrantes. En el caso de Cuba, además, las dificultades logísticas para enviar dinero complican aún más el cumplimiento de los incentivos.
Un regreso incierto
Hoy, el migrante cubano que confió en CBP Home se encuentra en la isla sin los recursos prometidos y con una experiencia que describe como frustrante. Su historia refleja las grietas de un programa que, pese a presentarse como una opción voluntaria y beneficiosa, deja a muchos en una situación de vulnerabilidad.
Mientras tanto, el DHS no ha ofrecido declaraciones sobre casos concretos de incumplimiento, y el debate en torno a la eficacia de CBP Home continúa creciendo entre expertos, defensores de derechos humanos y la comunidad migrante.