
Un operativo policial en el condado de Polk terminó con un importante decomiso de drogas y efectivo, tras una peligrosa persecución en la que un conductor intentó embestir varias patrullas de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP). El incidente ocurrió el pasado 5 de agosto y puso en riesgo la vida de agentes y otros automovilistas.
Según el informe oficial, los agentes intentaron detener al sospechoso luego de detectar maniobras irregulares en la vía. Lejos de acatar la orden, el conductor aceleró a gran velocidad e inició una huida temeraria. Durante la persecución, trató en repetidas ocasiones de impactar de frente y lateralmente contra los vehículos policiales, una acción que las autoridades calificaron como “un intento deliberado de causar daño grave”.
Para frenar el peligro, la FHP recurrió a la maniobra PIT —una táctica de intervención que consiste en golpear la parte trasera del vehículo fugitivo para hacerlo girar y detenerlo—, logrando inmovilizar el automóvil de manera controlada. El arresto se produjo sin que se registraran heridos, aunque varios patrulleros resultaron con daños materiales.
La sorpresa llegó al registrar el vehículo: en su interior había 150 libras (68 kilos) de marihuana empaquetada y alrededor de 40.000 dólares en efectivo. Estos hallazgos apuntan a que el individuo podría estar vinculado a redes de narcotráfico y lavado de dinero en la región.
El conductor enfrenta múltiples cargos, entre ellos asalto agravado contra un agente del orden, posesión y tráfico de marihuana, conducción temeraria y resistencia violenta al arresto. La Fiscalía del condado adelantó que solicitará una fianza elevada y la retención preventiva del acusado, debido a la peligrosidad demostrada durante el operativo.
Autoridades estatales han recordado que este tipo de persecuciones no solo ponen en riesgo a los agentes, sino también a la ciudadanía. En lo que va de año, la FHP ha registrado varios casos similares en Florida, algunos de ellos con saldo fatal.
En mayo pasado, por ejemplo, una persecución en el condado de Hillsborough terminó con un choque múltiple y el decomiso de más de 100 kilos de cocaína, mientras que en junio un conductor en el condado de Broward fue arrestado con armas, drogas sintéticas y grandes sumas de efectivo tras intentar huir a alta velocidad.
La Patrulla de Carreteras reiteró su compromiso de mantener presencia activa en las rutas estatales y utilizar tácticas especializadas como la maniobra PIT para neutralizar amenazas de forma segura. “Nuestro objetivo es salvaguardar la vida de todos en la carretera, incluso cuando enfrentamos conductores violentos y armados”, indicó un portavoz de la FHP.
El detenido permanece bajo custodia a la espera de su primera comparecencia ante el juez, mientras las investigaciones buscan determinar el origen de la droga y el dinero incautados, así como posibles vínculos con organizaciones criminales que operan dentro y fuera de Florida.
En Florida, huir de la policía es un delito grave regulado por el Capítulo 316.1935 de los Estatutos Estatales. Este comportamiento incluye ignorar las señales de alto de un agente, realizar maniobras evasivas o darse a la fuga en un vehículo. Cuando la acción se comete de forma voluntaria y deliberada, puede ser tipificada como delito grave de tercer grado, una clasificación que ya conlleva sanciones severas, incluso si no se producen lesiones ni daños materiales.
Las consecuencias legales varían según la gravedad de la huida. En su forma más común, el delito puede implicar hasta cinco años de prisión y multas de hasta 5.000 dólares. Sin embargo, si la evasión se produce en zonas escolares, se pone en peligro la vida de otras personas o se utilizan vehículos robados, el cargo se eleva a delito grave de segundo grado, con penas que pueden alcanzar 15 años de cárcel y sanciones económicas de hasta 10.000 dólares.
Las autoridades subrayan que la fuga no solo agrava cualquier infracción previa, sino que incrementa considerablemente el riesgo de accidentes y daños a terceros. Este tipo de conductas es perseguido con especial firmeza en Florida, donde la ley busca disuadir a los conductores de huir para evitar controles o arrestos. La recomendación de las fuerzas del orden es clara: detenerse de inmediato ante la señal de un agente, ya que intentar escapar puede transformar una infracción menor en un delito grave con consecuencias de largo alcance.