
Una mujer que viajó a Florida con la esperanza de reiniciar su vida afirma que en lugar de eso se encontró con una pesadilla al percatarse de que el individuo a quien le rentó el inmueble no era el propietario legítimo del mismo.
En el mes de febrero Amanda Goodson y su hija dejaron Ohio para establecerse en Punta Gorda una vez que descubrieron lo que parecía ser el alquiler ideal Mandy Street. Comentó que la publicación en Facebook se veía auténtica, un conocido corredor de bienes raíces la compartió y le recomendó que se comunicara con el propietario de la casa, Clinton Roser. «Tuvo muy buenas críticas. La gente decía que era increíble», comentó Goodson.
Sin embargo, alrededor de un mes tras firmar su contrato de alquiler, dos jóvenes se acercaron a la vivienda y le preguntaron qué hacía en la propiedad de su abuelo fallecido. Fue en ese momento que Goodson se dio cuenta de que quien le había rentado la casa no tenía la autoridad legal para hacerlo.
«Me quedé atónito. Estaba herida, enojada y avergonzada, todo en uno. Fue muy engañoso», dijo la mujer desconcertada.
Según refiere el informe de la Oficina del Sheriff en el condado de Charlotte un residente llamado Clinton Roser había estado haciendo afirmaciones engañosas sobre la propiedad. Los funcionarios indicaron que realizó varios pagos de impuestos de la propiedad y arrendó la vivienda a pesar de no poseer los derechos legítimos para hacerlo.
Los legítimos dueños, quienes son parientes del fallecido propietario y residen en otro estado, no se dieron cuenta hasta que inspeccionaron la casa. Goodson menciona que su hija y ella tuvieron que trasladarse lo que les costó su depósito de seguridad y la totalidad de sus ahorros destinados para la mudanza.
«Probablemente estaba más cerca de los 7.500 dólares por todo. Eso era todo lo que teníamos desde que venimos de Ohio. Y ahora solo tenemos que resolverlo de cheque en cheque», comentó.
El viernes se detuvo a Roser, quien ahora se enfrenta a una acusación de fraude a la propiedad en primer grado, por un valor que oscila entre $20,000 y $50,000. Las autoridades sospechan que había estado arrendando la vivienda de manera ilegal durante más de un año, acumulando ingresos por alquiler que superaron los $20,000.
Goodson manifestó su deseo de que, al relatar su experiencia, otros puedan prevenir caer en fraudes parecidos. Pienso que la razón fundamental que me lleva a realizar esta entrevista es aumentar la conciencia entre las personas, comentó.