La central termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, volvió a quedar fuera de servicio este lunes tras una nueva avería que dejó al país con un déficit energético superior a los 1,800 megavatios. El hecho ha encendido una ola de críticas en redes sociales, donde miles de cubanos han expresado su hartazgo frente al colapso persistente del sistema eléctrico y la falta de respuestas por parte del gobierno.
Esta nueva desconexión ocurrió pocas horas después de que se anunciara su sincronización al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), alimentando aún más el sentimiento de desconfianza. “Cada vez que dicen que la Guiteras está lista, se cae al día siguiente. Esto ya no es casual, es negligencia criminal”, denunció Dianelys García, vecina del municipio Cerro, en La Habana, donde los apagones superan las 10 horas diarias.
«Todos los días se demuestra que la ineptitud de los gobernantes no tiene límites… No puede ser que todos los días se rompan las termoeléctricas. ¿O es que no quieren decir que todo es por falta de combustible?», preguntó otro usuario, mientras un tercero daba una solución más eficiente: «Que renuncien y entreguen el país, cualquiera lo saca adelante menos ellos».
Una crisis sin tregua
La situación no es aislada. La Guiteras, considerada la planta más eficiente del país, ha sido objeto de múltiples paradas en los últimos tres meses, debido al desgaste extremo de sus componentes, la falta de mantenimiento adecuado y la ausencia de piezas de repuesto. Según especialistas, su funcionamiento depende de soluciones temporales que apenas permiten sostenerla operativa durante algunos días.
“No hay forma de mantener una planta de esta magnitud sin inversión real. La caldera está colapsada, los sistemas de refrigeración fallan y todo lo que hacen es remendar sin una estrategia de largo plazo”, aseguró un ex técnico de la Empresa Eléctrica, bajo condición de anonimato.
Apagones, escasez y desesperación
El impacto en la vida cotidiana es profundo. Las interrupciones eléctricas afectan directamente el suministro de agua, la conservación de alimentos, el transporte, los hospitales, las telecomunicaciones y la educación.
«¿Hasta las cuántas? Hay niños, ancianos encamados y comida echada a perder. No hay agua. ¿Qué más tenemos que aguantar?», escribió una usuaria, denunciando lo que califica como «una falta de respeto y desconsideración», denunció otra persona.
Los apagones se extienden entre 8 y 14 horas en muchas provincias, y se han reportado interrupciones incluso en zonas hospitalarias. En algunas comunidades rurales, los pobladores llevan hasta dos días consecutivos sin servicio eléctrico.
La indignación se desborda
Ante la falta de explicaciones claras por parte de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) o del Ministerio de Energía y Minas, la ciudadanía ha estallado en redes sociales. Etiquetas como #EntreguenElPaís y #ApagónTotal han marcado tendencia en Twitter.
“Ni bloqueo ni excusas. Lo que hay es desgobierno y corrupción. ¿Hasta cuándo van a seguir jugando con el sufrimiento del pueblo?”, escribió una usuaria desde Ciego de Ávila.
Muchos ciudadanos coinciden en que la crisis energética refleja el agotamiento del modelo político y económico. “No es solo una planta eléctrica la que está fuera de servicio. Es un país entero que se está apagando”, opinó el joven activista Luis Alejandro, quien llamó a una protesta pacífica para exigir cambios estructurales.
¿Qué pasa con la Guiteras?
La Antonio Guiteras, inaugurada en 1988, fue diseñada para generar 330 MW y abastecer gran parte del occidente del país. Sin embargo, tras décadas de explotación y falta de modernización, su rendimiento ha caído drásticamente. Desde 2021, ha requerido paradas constantes por limpieza de calderas, reparación de fugas, corrosión interna y otros daños acumulados.
La UNE ha intentado sincronizar la Guiteras al SEN en más de siete ocasiones en los últimos dos meses, pero todas han fallado o durado pocas horas.
Expertos apuntan a que ni las reparaciones emergentes ni los ajustes paliativos podrán sostenerla mucho tiempo más. “Sin financiamiento externo o inversión seria, lo único que puede esperarse es el colapso definitivo”, advirtió un ingeniero jubilado de la termoeléctrica.
En menos de diez días, la planta ha sufrido su segunda avería importante. La primera ocurrió el domingo 20 de julio, cuando salió de operaciones por un desperfecto severo. Aunque se esperaba que estuviera lista en 72 horas, no se reincorporó al sistema eléctrico hasta la madrugada del viernes 25.
Con una capacidad instalada superior a los 200 megavatios, la central termoeléctrica Guiteras constituye la principal fuente de generación del país. Su salida del sistema implica una pérdida crítica para una red eléctrica ya afectada por el déficit de combustible y las deficiencias operativas en plantas como Energás.
Solo en julio, la planta de Matanzas ha tenido tres fallas importantes, y eso sin contar las que ha tenido antes este año. La gente ya empieza a pensar que esto no solo está mal, sino que se está saliendo de control, sobre todo porque las autoridades no explican claramente qué pasa. “Se pasaron meses hablando de que en verano tendríamos mejorías, y todo fue cuento. Es negro lo que estamos pasando, y seguimos sin soluciones”, lamentó una mujer en las redes sociales.
El trasfondo político y económico
Cuba enfrenta una de las peores crisis económicas de su historia reciente. La falta de liquidez, las sanciones externas, el declive del turismo, la caída en la producción nacional y la migración masiva han deteriorado todos los sectores.
En el ámbito energético, el país depende en gran medida del petróleo importado desde Venezuela, que ha disminuido en volumen y calidad, obligando a usar plantas menos eficientes y a recurrir a costosos contratos con buques generadores flotantes (como los turcos Karpowership), que no cubren la demanda interna. Además, el gobierno cubano ha priorizado la inversión en sectores como la biotecnología, el turismo o la seguridad, mientras la infraestructura eléctrica permanece en abandono.
Conclusión
La nueva avería en la central termoeléctrica Antonio Guiteras ha sido la chispa que ha reavivado la frustración popular contra un sistema que muchos consideran agotado. Con cada apagón, crece el descontento y se debilita aún más la legitimidad de un gobierno que no logra garantizar lo más elemental: la luz. Cuba, literalmente, se encuentra a oscuras. Y cada vez más voces dentro de la isla claman no solo por electricidad, sino por un futuro distinto.