Captan en cámara momento en que se desprende un panel de vidrio de un tobogán del Icon of the Seas

Lo que comenzó como una tarde de recreación bajo el sol caribeño terminó en escenas de pánico a bordo del Icon of the Seas, el buque insignia de Royal Caribbean y actualmente el crucero más grande del mundo. Un panel de vidrio acrílico de uno de sus toboganes acuáticos se desprendió repentinamente, provocando una fuga masiva de agua y el susto de decenas de pasajeros que descendían por la atracción.

Videos grabados por turistas muestran gritos y confusión mientras el agua escapaba a través de la abertura, con algunos pasajeros deteniéndose abruptamente. Una persona adulta sufrió lesiones al atravesar el tramo dañado y recibió atención médica inmediata. Aunque la compañía no ha revelado su estado de salud, testigos indicaron que fue asistida rápidamente por el equipo de emergencias del barco.


Investigación y cierre preventivo

Royal Caribbean emitió un comunicado confirmando el cierre del tobogán por el resto del itinerario, mientras ingenieros y técnicos especializados revisan la estructura. La naviera señaló que su prioridad es garantizar la seguridad de los pasajeros y que ya se han iniciado revisiones adicionales a otras atracciones del parque acuático.

El incidente ocurrió el jueves 7 de agosto, cuando el Icon of the Seas realizaba un recorrido por el Caribe oriental tras zarpar de Miami el 2 de agosto. El regreso al puerto está previsto para el sábado 9. Representantes de la naviera indicaron a Storyful que un viajero adulto fue atendido por heridas tras desprenderse una sección de vidrio acrílico del tobogán de agua.

«Nuestro equipo brindó atención médica a un huésped adulto cuando el vidrio acrílico se desprendió de un tobogán de agua cuando el huésped pasó por el tobogán. El huésped está siendo tratado por sus heridas. El tobogán de agua está cerrado por el resto de la navegación a la espera de una investigación», dijo el vocero.

Un coloso de la industria turística

Puesto en servicio en enero de 2024, el Icon of the Seas cuenta con 20 cubiertas (18 accesibles a pasajeros), más de 2.800 camarotes y capacidad para 7.600 huéspedes y hasta 2.350 tripulantes. Su oferta incluye 40 espacios de entretenimiento y gastronomía, ocho “barrios” temáticos y uno de los parques acuáticos más grandes construidos sobre un barco.

Esta magnitud lo convierte no solo en una joya de la ingeniería naval moderna, sino también en un desafío constante para los equipos de mantenimiento, que deben preservar la operatividad y seguridad de cada atracción en condiciones extremas de humedad, salinidad y movimiento.


Riesgos y antecedentes

Aunque los accidentes en parques acuáticos de cruceros son poco frecuentes, no son inéditos. En 2019, un pasajero resultó herido en un tobogán del Norwegian Breakaway, y en 2023, otro incidente en un barco de Carnival provocó el cierre temporal de varias atracciones. Expertos señalan que, a diferencia de parques acuáticos en tierra firme, las estructuras instaladas en barcos enfrentan un desgaste acelerado por la exposición constante al sol, el viento y el oleaje.

Según analistas marítimos, las regulaciones de seguridad en cruceros están supervisadas por una combinación de normativas internacionales y protocolos internos de las navieras. Sin embargo, no existe un estándar único global para atracciones acuáticas en alta mar, lo que deja margen para diferencias en la frecuencia y rigurosidad de las inspecciones.

Impacto en la imagen y confianza del público

El Icon of the Seas es un emblema de la recuperación del turismo de cruceros tras la pandemia, y su lanzamiento fue ampliamente cubierto como un símbolo de innovación y lujo. No obstante, incidentes como este podrían afectar la percepción de seguridad de los viajeros, especialmente en un sector donde la experiencia recreativa es un factor decisivo para la venta de pasajes.

En redes sociales, algunos pasajeros que vivieron el incidente elogiaron la rápida reacción del personal, mientras que otros cuestionaron si las revisiones previas al zarpe fueron suficientes.

Un llamado a mayor supervisión

Especialistas en seguridad marítima advierten que, dado el tamaño y la complejidad de las nuevas generaciones de cruceros, es fundamental aumentar la frecuencia de inspecciones técnicas, implementar auditorías externas y estandarizar requisitos para atracciones acuáticas en buques. “La industria está empujando los límites del entretenimiento en el mar, y la seguridad debe evolucionar al mismo ritmo”, comentó un consultor naval consultado por medios estadounidenses.

En junio de 2025, una niña cayó por la borda de un crucero de Disney frente a la costa de Fort Lauderdale. Según reportes, su padre se lanzó inmediatamente al agua para intentar rescatarla, y la rápida actuación de la tripulación permitió que ambos fueran recuperados sin heridas graves. El incidente generó atención por la eficiencia del equipo de seguridad a bordo, que desplegó protocolos de rescate en cuestión de minutos, evitando una tragedia.

Por ahora, Royal Caribbean mantiene su compromiso de esclarecer las causas del accidente y garantizar que episodios similares no se repitan. Los pasajeros afectados recibirán seguimiento médico y, según la naviera, se están evaluando compensaciones por las actividades canceladas.


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