Congresista cubanoamericana María Elvira Salazar propone nueva propuesta bipartidista para traer orden al caos migratorio en EE.UU

María Elvira Salazar. Foto: Video de Instagram de maelvirasalazar

La congresista republicana María Elvira Salazar, junto a su colega demócrata Verónica Escobar, ha presentado una iniciativa bipartidista con el objetivo de reformar el sistema migratorio de Estados Unidos. Esta propuesta busca poner fin al desorden actual y evitar la deportación masiva de trabajadores que llevan años contribuyendo a la economía y sociedad estadounidense.

En su cuenta de X la política republicana ofrece un camino diferente en medio de un contexto tenso en el que cada día se torna más complejo. «Durante mucho tiempo, Estados Unidos ha cerrado los ojos ante un sistema migratorio roto. Caos en la frontera. Millones viviendo en las sombras. Ya basta. La inacción no es opción. Nos han dicho que solo hay dos salidas: amnistía o deportaciones masivas. Yo tengo una tercera: orden, ley y dignidad. La solución existe. Se llama Ley DIGNIDAD. Muy pronto…», escribió la mujer de origen cubano.


Según Salazar el objetivo consiste en establecer un orden en el desorden provocado por las nuevas legislaciones migratorias, así como prevenir la deportación de aquellos empleados que han vivido en la nación durante varios años.

María Elvira Salazar destacó que el expresidente Donald Trump reconoció la problemática de deportar a personas que han construido sus vidas en Estados Unidos, lo que subraya la urgencia de una reforma migratoria que sea justa y ordenada. Aunque aún no se han revelado los detalles completos de la propuesta, se anticipa que será presentada durante este mes por un grupo bipartidista comprometido en buscar una reforma que responda a las realidades actuales del país.

La legisladora ha estado trabajando desde hace un tiempo en su iniciativa. A finales de marzo, hizo público su plan de reintroducir la Ley Dignidad, una medida de reforma migratoria originada en 2023, que pretende proporcionar una vía para la legalización de inmigrantes sin delitos que hayan vivido y laborado en Estados Unidos durante un mínimo de cinco años.

En el mes de marzo, Salazar compartió un video en su perfil de X, donde reveló que había dirigido una carta a la administración de Donald Trump. En esa comunicación, solicitaba que se prestara atención a aquellos que han residido en el país durante más de cinco años, contribuyendo a la economía y sin antecedentes delictivos; se refería también a aquellos que tienen hijos nacidos en EE. UU., han estado cumpliendo con sus obligaciones fiscales, trabajan y apoyan la economía.


«Que no los toque”, solicitó la congresista en referencia a lo que ella describe como «los héroes silenciosos que están día tras día haciendo los trabajos que nadie quiere hacer». Igualmente pidió proteger a los cubanos con I-220A y a los nacionales que están bajo la protección del Estatus de Protección Temporal (TPS).

No obstante, no se refirió a aquellas personas que entraron a través del programa de parole humanitario aprobado por el expresidente Joe Biden en enero de 2023 el cual revocó recientemente la administración de Trump.

La cubanoamericana en varias oportunidades ha respaldado a los cubanos que residen en EE.UU con I-220A, un documento que recibieron al entrar al país, pero que no define su estatus migratorio. A su criterio considera que estos casos se manejen por separado y con mucho análisis, por lo cual pidió al gobierno regularizar sus estatus atendiendo a la situación que enfrenta la isla de la cual huyeron. «Estos cubanos han llegado en busca de libertad y no deben ser enviados de regreso a la dictadura que los oprime», dijo en aquel entonces.

La iniciativa de María Elvira Salazar y Verónica Escobar representa una oportunidad para avanzar hacia una reforma migratoria que equilibre las necesidades de seguridad nacional, la justicia social y la estabilidad económica. La colaboración entre legisladores de diferentes partidos políticos también es un signo positivo en un tema que ha sido históricamente divisivo.

Queda por verse cómo será recibida esta propuesta en el Congreso y qué impacto tendrá en las políticas migratorias actuales. Sin embargo, el anuncio ya ha generado expectativas en sectores que buscan soluciones prácticas y humanas para el sistema migratorio estadounidense.


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