
En un contexto donde el régimen cubano enfrenta una de sus mayores crisis económicas en más de seis décadas, el congresista cubanoamericano Carlos Giménez ha tomado un papel activo en Washington para impulsar medidas contundentes contra el gobierno de la isla. En una reciente entrevista con NoticiasCubanet Cuba, Giménez detalló las iniciativas legislativas y ejecutivas que busca promover para asfixiar económicamente al régimen y acelerar la llegada de la democracia a Cuba.
En la conversación con la editora en jefe de Cubanet, Claudia Padrón el congresista republicano aseguró que una vez que el régimen de La Habana «caiga» la nación caribeña experimentará una masividad de inversiones extranjeras que alcanzarán los miles de millones de dólares, puesto que una Cuba Libre será de interés para que muchos inversores quieran poner a disposición del pueblo su capital lo cual sin lugar a dudas tendría un gran impacto en la economía cubana.
El congresista Giménez reconoce que la actual administración estadounidense, junto con otros legisladores como el senador Marco Rubio, ha mostrado una sensibilidad histórica hacia la causa cubana. Esta coyuntura, según Giménez, representa una oportunidad única para implementar acciones concretas que debiliten al régimen que ha gobernado Cuba por más de 60 años.
“Ahora es la hora para no darle oxígeno a este régimen, porque está en la orilla”, afirmó Giménez, subrayando la necesidad de un cambio inmediato que permita la instauración de un gobierno democrático elegido por el pueblo cubano.
El núcleo de la agenda del congresista se centra en la presión económica. Giménez explicó que no se trata de acciones militares, sino de un bloqueo económico efectivo que impida que el régimen reciba recursos vitales. Por ejemplo, la paralización de todos los vuelos a Cuba para cortar uno de los canales de ingreso a la dictadura.
También se refirió a la cancelación de remesas a la isla porque según su criterio aportan oxígeno al gobierno cubano. Imponer tarifas adicionales a los países que tengan contratos médicos con Cuba ya que en vez de pagarle a los médicos directamente entregan las sumas de dinero al régimen para que este determine cuánto le entregará al profesional de la salud.
Otro de los puntos que defiende es la deportación hacia Cuba de todos los represores identificados por los propios ciudadanos del exilio y periodistas independientes y que poseen estatus de refugiados. “Tenemos una lista de 100 personas que creemos son represores y que entraron con razones inválidas”, afirmó. Añadió que ha entregado esta lista a la Secretaría de Seguridad Nacional para que se investigue y, si corresponde, se proceda a su deportación.
Para Giménez, la asfixia económica total es la vía para lograr la transición democrática en Cuba. “El comunismo no trabaja, nunca ha trabajado y no va a trabajar”, afirmó con firmeza. Según él, el régimen está al borde del colapso y el pueblo cubano sufre por la falta de alimentos, medicinas y servicios básicos.
En cuanto al apoyo que Estados Unidos brinda a la sociedad civil cubana y a los medios independientes, Giménez defiende la continuidad y fortalecimiento de estos programas. Asimismo, instó a la comunidad global y a la comunidad cubana en el exilio a respaldar proyectos que promuevan las transformaciones políticas en la isla, subrayando la presión que hay que ejercer sobre la dictadura para contar con una Cuba libre y desarrollada.