Cubana compra su casa en EE.UU en solo tres años y cuenta cómo lo hizo: “No me importa cómo lo llamen. Yo lo llamo mi casa, y eso me basta”

Cubana compra Mobil Home en EE.UU. Foto: Video de TikTok de @wendy.moreda

A los 24 años y con apenas tres años de residencia en Estados Unidos, la cubana Wendy Moreda ha conseguido lo que muchos migrantes consideran un sueño difícil de alcanzar: tener un hogar propio sin deudas. Su historia, narrada en la cuenta @wendy.moreda de TikTok, no solo se ha vuelto viral, sino que ha abierto un debate sobre las diferentes formas de construir estabilidad en el país.

“Un mobile home no es una casa, eso es lo que piensa la mayoría de las personas. Pero yo pienso diferente. Mientras muchos se están endeudando 30 años con el banco, yo, a mi corta edad, tengo mi propia casa”, dijo en el clip mientras enseñaba cada rincón de su nueva vivienda.


De La Habana a Tampa: un comienzo desde cero

Cuando llegó a EE.UU., Wendy no tenía historial crediticio ni ahorros, dos de los principales obstáculos para quienes emigran. Como la mayoría de los recién llegados, empezó prácticamente desde cero. Sin embargo, con disciplina, apoyo familiar y un plan claro, en solo tres años logró lo que para muchos suele tomar décadas: convertirse en dueña de una vivienda.

“Lo hicimos todo poco a poco. Desde que llegamos me compré un carrito en efectivo, buscamos renta económica y ahorramos con esfuerzo. Gracias a Dios, mi esposo y mis padres me apoyaron”, dijo la cubana en respuesta a un comentario de un internauta que le pregunta cómo había logrado esa meta tan importante para los inmigrantes.

Un mobile home como símbolo de independencia

La joven adquirió un mobile home en la ciudad de Tampa, una opción habitacional que, aunque modesta y a menudo cuestionada por su vulnerabilidad frente a fenómenos naturales como huracanes, representa un paso decisivo hacia la independencia económica. “Sé que no es para siempre. Esta casita me va a ayudar a pagar la otra cuando llegue el momento”, explicó. Para ella, el valor no radica en el lujo de la propiedad, sino en la seguridad de no depender de un banco ni de una hipoteca que pueda extenderse por 30 años.

@wendy.moreda #cubanosporelmundo #mobilehome #casas ♬ Motivational Story – Carla bxd

El camino: sacrificios, ahorro y apoyo familiar

El proceso fue gradual, primero compró un automóvil al contado, lo que le permitió independencia de transporte. Luego encontró una renta asequible y comenzó a ahorrar con constancia, acompañada de su esposo y sus padres, quienes fueron clave en este esfuerzo. Con esa base, pudo finalmente adquirir la vivienda que hoy celebra como un triunfo.

El debate en redes sociales

Su video en TikTok, donde muestra su logro, generó miles de reacciones. Muchos la felicitan y ven en ella un ejemplo de superación, mientras otros advierten que vivir en un mobile home implica riesgos: terrenos alquilados, estructuras menos resistentes y posibles complicaciones legales. A pesar de ello, Wendy sostiene que lo importante es tener un punto de partida.


“Quizás mañana compre otra casa más grande, pero hoy ya tengo un techo propio”. “Yo también empecé con uno y después compré mi casa”. «Mientras tengas un techo es mejor que pasarte 30 años pagando y aun después de 30 años sigues pagando taxes seguro y demás así que usted va súper bien y es un techo, hay quien tiene casa y no es feliz». «Cuando tienes la casa de tus sueños con los pagos no van a conciliar el sueño eso es una opción perfecta pienso lo mismo saludos y bendiciones», comentaron algunos usuarios.

Migración cubana y vivienda en EE.UU.

La experiencia de Moreda refleja la realidad de miles de cubanos que llegan cada año a Estados Unidos. Según cifras oficiales, más de 400.000 cubanos han arribado al país en los últimos tres años, enfrentándose a los mismos retos: adaptarse al sistema crediticio, aprender a generar ahorros en una economía distinta y encontrar soluciones habitacionales accesibles. En estados como Florida, donde la comunidad cubana es numerosa, el mobile home se ha convertido en una alternativa frecuente para quienes buscan independencia sin endeudarse a largo plazo.

Ante las muestras de apoyo y los comentarios críticos sobre su elección la cubana respondió con una frase llena de inspiración: “No me importa cómo lo llamen. Yo lo llamo mi casa, y eso me basta”.

Un mensaje de motivación

El relato de Wendy no solo habla de dinero y vivienda, sino de determinación. Su pregunta final resume la filosofía que inspira a muchos migrantes: “¿Qué prefieres tú? ¿Empezar con algo pequeño y tuyo o endeudarte por 30 años por algo que quizás nunca termines de pagar?”

Para muchos cubanos que emigran a Estados Unidos, alcanzar la meta de tener una casa propia se convierte en una de las mayores aspiraciones. Más allá de un logro económico, representa estabilidad, arraigo y la posibilidad de construir un futuro con mayor seguridad para sus familias.

La experiencia en la isla marca fuertemente esta visión. En Cuba, la vivienda es uno de los problemas más agudos: la escasez de materiales, el deterioro de edificios y la burocracia hacen que conseguir o mantener una casa en buen estado sea casi imposible. Por eso, para quienes logran establecerse en suelo estadounidense, convertirse en propietarios simboliza no solo un triunfo personal, sino también la realización de un sueño que en la isla parecía inalcanzable.

Además del valor emocional, la compra de una vivienda en EE.UU. es vista como una inversión que brinda patrimonio y herencia. Para las familias cubanas, representa una garantía de protección a largo plazo y un espacio donde preservar tradiciones, reunir a los suyos y echar raíces en el nuevo país. En definitiva, la casa propia no es solo un inmueble: es el reflejo del esfuerzo, la superación y el deseo de construir una vida estable y digna lejos de la incertidumbre que muchos dejaron atrás en Cuba.

Conclusión

La historia de Wendy Moreda va más allá de un video viral: es un testimonio de los sacrificios, decisiones financieras y resiliencia que caracterizan a la migración cubana en EE.UU. Su mobile home, sencillo pero propio, simboliza la primera piedra de un futuro que aspira a construir paso a paso, sin hipotecar la tranquilidad.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *