
Dos dentistas cubanos están acaparando titulares y elogios en el ámbito odontológico internacional tras protagonizar la portada de la reconocida revista científica estadounidense Dentaltown. Se trata de los doctores Adrián Estopinales Paredes y Aarón Ávila López, quienes fueron destacados por un meticuloso artículo clínico sobre un caso poco común de lipoma en el labio inferior.
La publicación, titulada “Lower Lip Lipoma: A Case Report”, no solo fue seleccionada por su valor científico y clínico, sino que también marcó un precedente al poner en la portada a dos jóvenes odontólogos de origen cubano que, pese a las adversidades migratorias, han logrado consolidarse en el sistema de salud estadounidense.
Un caso clínico que abre puertas
El estudio describe el proceso completo de diagnóstico, tratamiento quirúrgico e interpretación histopatológica de un lipoma intraoral —una tumoración benigna infrecuente en la cavidad bucal— y fue desarrollado en el marco de la residencia odontológica que ambos profesionales cursan en la Universidad de Puerto Rico. El artículo recibió elogios por su claridad, enfoque clínico y aplicabilidad educativa para dentistas en formación.
Ser seleccionados para la portada de Dentaltown, una publicación especializada que circula entre miles de profesionales de la odontología, proveedores médicos y fabricantes de insumos dentales en EE. UU., representa una validación de excelencia y una visibilidad inusual para inmigrantes recién integrados al sector académico del país.
De Cuba a EE. UU.: dos trayectorias marcadas por el sacrificio
El doctor Adrián Estopinales, originario de Cienfuegos, se graduó como cirujano dentista en la Universidad de Ciencias Médicas de su ciudad natal en 2013. Tras emigrar a EE. UU., trabajó inicialmente como higienista dental en Florida, mientras se preparaba para revalidar su título. Finalmente, fue admitido en el programa GPR (Residencia General en Odontología) de la Universidad de Puerto Rico, donde fue designado jefe de residentes por su rendimiento sobresaliente.
Por su parte, Aarón Ávila, nacido en La Habana, comenzó su formación en Cuba, pero la concluyó en México, especializándose en Endodoncia. Tras emigrar a Estados Unidos en 2023, también ingresó al programa GPR en Puerto Rico, y al igual que su colega, fue elegido jefe de residentes.
Ambos destacan no solo por su excelencia clínica, sino por el esfuerzo personal que han invertido en su desarrollo profesional. En el caso de Ávila, su historia con su esposa —la también odontóloga mexicana Vianeth Velarde— ha inspirado a miles en redes sociales. Juntos, revalidaron sus títulos, estudiaron y criaron hijos sin apoyo familiar mientras vivían en Puerto Rico.
“Muchos piensan que tener hijos o trabajar impide revalidar el título, pero es solo un mito. Todo depende del nivel de compromiso”, expresó Ávila en un emotivo testimonio publicado en sus redes.
Reconocimiento a la comunidad migrante profesional
Más allá del caso clínico y la distinción académica, la historia de Estopinales y Ávila se ha convertido en símbolo de la capacidad de los migrantes para contribuir con talento y preparación al sistema de salud estadounidense. En un contexto donde miles de médicos, dentistas e ingenieros latinoamericanos enfrentan enormes obstáculos para ejercer en EE. UU., estos profesionales demuestran que la persistencia puede abrir caminos.
Este logro también resalta la importancia de programas de residencia inclusivos, como el de la Universidad de Puerto Rico, que brindan oportunidades reales de integración para profesionales de origen extranjero.
Un mensaje de inspiración
La presencia de dos dentistas cubanos en la portada de una revista líder como Dentaltown es más que un reconocimiento técnico: es un mensaje de esperanza para cientos de profesionales migrantes que luchan por reinsertarse laboralmente en un país nuevo. Es también una afirmación de que el conocimiento no conoce fronteras y que el mérito puede triunfar frente a las barreras burocráticas o culturales.
“El mito de que no se puede estudiar para revalidar el título teniendo hijos o trabajando es solo eso, un mito. Sí se puede”, dijo Aarón a CiberCuba en una entrevista.
En tiempos en que las políticas migratorias están en constante debate y muchos talentos se desperdician por falta de oportunidades de homologación, casos como el de Estopinales y Ávila abren una ventana a la esperanza y dignifican el aporte de quienes decidieron reconstruir sus vidas lejos de su tierra natal, pero con la misma vocación de servicio y excelencia profesional.