Descubre porque la famosa boya de las 90 millas en Key West estará cerrada y la reemplazarán por una réplica

Boya de las 90 Millas. Foto: Shutterstock

La Boya de las 90 millas en Cayo Hueso, uno de los sitios más fotografiados del sur de Florida próximamente recibirá algunos mantenimientos de conservación. Este monumento creado y pintado por los artistas Danny Acosta y Henry Del Valle en sus inicios y después del paso del huracán Irma no solo marca la distancia entre Cuba y EE.UU sino que un vínculo histórico, cultural y humano entre ambos países.

Como resultado de eventos meteorológicos que con anterioridad han impactado en esta zona las autoridades de la ciudad decidieron echarle una mano a la estructura y algunas partes del malecón lo que derivará en el cierre temporal de la zona y el acceso a la boya como tal. La administración de Cayo Hueso informó en un aviso que la boya original ubicada más al sur no podrá ser visitada por un tiempo y será sustituida temporalmente por una boya alternativa.


En este momento, la ciudad se encuentra en el proceso de edificar una boya provisional que se instalara en el Parque de Bolsillo en 1400 Duval. La boya temporal seguirá brindando a los turistas y habitantes la ocasión de capturar imágenes similares mientras se realizan las reparaciones en el área original.

La boya de 90 millas está situada en las aguas frente a Key West, la ciudad más al sur de los Estados Unidos continentales. Esta boya señala la distancia marítima más corta entre Cuba y Estados Unidos, exactamente 90 millas náuticas, un dato crucial para entender la dinámica migratoria y cultural entre ambos países.

Este punto se vuelve especialmente significativo porque es desde aquí donde muchos cubanos han iniciado su travesía hacia los Estados Unidos. La corta distancia representa, en términos marítimos, una frontera tangible y a la vez simbólica entre dos naciones con una historia compleja y entrelazada.

Desde esta boya, muchas embarcaciones, desde balsas improvisadas hasta lanchas rápidas, han partido con la esperanza de alcanzar la libertad y oportunidades en suelo estadounidense. La boya, por lo tanto, se convierte en un símbolo de ese anhelo y de los riesgos que implica cruzar el mar Caribe.

Este punto es frecuentemente visitado por quienes desean rendir homenaje a sus familiares que cruzaron el mar o que aún permanecen en la isla. Además, la boya es objeto de interés para turistas y estudiosos que buscan comprender mejor la dinámica migratoria y las conexiones entre ambos países.


La boya se ha convertido en un espacio de memoria para muchos cubanos que recuerdan las historias de sus familias y amigos. Es un punto donde se reflexiona sobre los sacrificios realizados y las esperanzas depositadas en un futuro diferente.


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