Este fin de semana falleció el sumo pontífice de la Iglesia Católica El Papa Francisco a los 80 años de edad. Ahora muchas personas se preguntan quién le sucederá en el puesto y cómo se escoge un nuevo líder espiritual. En este artículo podrás conocer qué sucede cuando fallece un papa.
El representante del Sagrado Colegio Cardenalicio es la persona que verifica el deceso del sumo pontífice y es entonces que comienza el proceso fúnebre. Previo a que el Papa sea trasladado a la Capilla Sixtina, donde se encuentra en una disposición ceremoniosa para la veneración pública, su cuerpo recibe cuidados y se le viste con el apropiado atuendo funerario de color carmesí, tal como lo informa Christian Broadcasting Network.
Una vez que concluye la misa funeral católica romana bajo la dirección del decano del Colegio Cardenalicio se procede al internamiento del Papa, esto ocurre entre cuatro y seis días del fallecimiento. Posteriormente lo entierran con tres ataúdes uno de plomo, uno de roble y otro de ciprés debajo de la Basílica de San Pedro.
A continuación, inicia un tiempo de duelo de nueve días que la iglesia conmemora. Cada jornada, en Roma, se realiza una ceremonia eclesiástica en memoria del Papa que ha partido, dirigida por un cardenal distinto en cada ocasión.
En noviembre, el Papa Francisco, sin embargo, estableció nuevas pautas para los derechos funerarios papales con el objetivo de hacer más accesible el ritual y mostrar su papel como servidor humilde en lugar de una autoridad dominante. Se eliminarán costumbres como el uso de tres ataúdes. Ahora, los papas recibirán sepultura en un ataúd sencillo, fabricado con madera y plomo.
Asimismo, autorizó que a criterio de cada Papa se enterraran fuera de San Pedro, en su caso recibirá sepultura en la Basílica de Santa maría la Mayor en Roma.
Un cónclave papal es el encuentro de cardenales que tiene lugar tras la muerte o renuncia de un Papa, con el propósito de elegir a su sucesor. Este proceso se extiende hasta que se selecciona un nuevo pontífice. De acuerdo con la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, solo aquellos cardenales que no hayan cumplido 80 años pueden votar para elegir al nuevo Papa, pero solo podrán hacerlo hasta 120 cardenales.
Como ha sucedido a través de los años después entre 15 y 20 días del fallecimiento de un Papa los demás cardenales se congregan en la Capilla Sixtina donde deben elegir al nuevo líder de la iglesia y permanecen allí en aislamiento hasta que se toma la decisión.
El proceso de votación secreta se realiza solo una vez el primer día del cónclave y las restantes jornadas se lleva a cabo cuatro veces, dos en la mañana y dos veces en la tarde, hasta que un candidato resulte ser ganador y logra obtener dos tercios de los votos. Cada Papa nuevo es seleccionado para ocupar el cargo hasta su fallecimiento.
De acuerdo con la Arquidiócesis de Boston, el Papa Juan Pablo II modificó el método de votación, estableciendo que si no se selecciona un nuevo pontífice durante la primera etapa del cónclave, que se extiende por aproximadamente 12 o 13 días, un candidato puede ser elegido por mayoría simple.
En ese instante, la elección del próximo Papa podría realizarse por mayoría simple, restringiendo las alternativas a aquellos dos que reciban la mayor cantidad de votos.
En principio, cualquier varón católico que haya recibido el bautismo es elegible para convertirse en Papa. No obstante, según lo indicado por Eternal Word Television Network, una emisora católica estadounidense, desde el siglo XVI solo se ha optado por cardenales para asumir el liderazgo papal. Tan pronto como concluye cada elección papal, se procede a incinerar las boletas y los documentos relacionados.
Los cardenales que forman parte del cónclave incineran las boletas con sustancias químicas que modifican el color del humo que sale de la chimenea del palacio lo cual indica a los creyentes que se encuentran fuera que la decisión ya culminó. Cuando sale humo de color negro significa que hay que volver a realizar la votación, si sale de color blanco quiere decir que ya cuentan con un nuevo Papa.