
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHC por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una iniciativa pionera que brinda apoyo económico y de transporte a los inmigrantes indocumentados que elijan regresar a su país de manera voluntaria. Un ciudadano hondureño fue el primer caso en conocerse tras informar sobre su intención de volver a su país a través de la aplicación CBP Home.
El DHS asumió los gastos de pasaje desde Chicago hasta Tegucigalpa y también le entregó al individuo un cheque con mil dólares. Se le advirtió al sujeto que no podría volver a Estados Unidos a no ser que lo haga por vía legal con su respectiva visa. Según Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional la auto deportación es el mecanismo más viable para todas las partes involucradas. Los inmigrantes evitan arrestos por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el gobierno cumple con sus políticas migratorias y minimiza los gastos en ese sentido.
Según las cifras gubernamentales, la deportación de un inmigrante tiene un costo cercano a los 17.121 dólares, al considerar gastos como arresto, alojamiento en un centro de detención y el pasaje de regreso. Mediante la opción de la autodeportación voluntaria, el estado reduce en un 70% estos gastos y el migrante puede llevar consigo 1.000 dólares, que resultan muy útiles en su país natal.
Si ponemos el ejemplo de que un cubano decida regresar de forma voluntaria a la isla y lo hace empleando este programa, la cifra de dinero asignada sería de 350 mil pesos convertida en moneda nacional teniendo en cuenta el mercado informal cubano, llegaría a ser tan grande que se corresponde a más de 160 salarios mínimos mensuales.
Seguridad Nacional también mencionó que estas personas que se acogen al programa no se les dará prioridad en sus procesos de arrestos si demuestran que realmente están tomando medidas para regresar a Cuba.
Quienes tengan la intensión de abandonar Estados Unidos y regresar a sus países de origen deben acceder a la aplicación CBP Home y someter su solicitud de salida. Desde esta herramienta podrán monitorear sus procesos de autodeportación y toda vez que se verifique su retorno recibirán un bono de mil dólares.
ICE también ha manifestado su apoyo a la autodeportación, subrayando que esta alternativa permite a los migrantes regresar de acuerdo a su propia decisión. Asimismo, los inmigrantes tienen la posibilidad de planificar su salida y llevar con ellos los bienes que han adquirido durante su estancia en el país, algo que no se puede hacer en un procedimiento de deportación involuntaria.
La organización resalta que las personas que eligen la auto-deportación tienen la opción de volver a su nación de origen y podrían regresar de manera legal posteriormente, ya sea como inmigrantes o turistas, algo que no es posible si son expulsados de forma coercitiva. Este punto de la normativa constituye un beneficio fundamental para quienes buscan regularizar su estatus en el futuro.
Esta medida representa un ahorro significativo para el gobierno, ya que el costo promedio de deportar a una persona es de alrededor de $17,000, incluyendo gastos de arresto, detención y procedimientos legales. En contraste, el nuevo proceso de autodeportación costaría aproximadamente $4,500, considerando el pasaje aéreo y el estipendio, lo que reduce el gasto en un 70%.
El abogado de inmigración Myron Gallardo advierte que, aunque la administración Trump busca cumplir su promesa de deportaciones masivas mediante todas las herramientas posibles, los inmigrantes deben ser cautelosos antes de tomar la decisión de autodeportarse. Según Gallardo, esta acción puede traer graves consecuencias legales, especialmente para aquellos que entraron a Estados Unidos buscando refugio o que tienen procesos legales en curso para ajustar su estatus migratorio.
Explicó que muchos inmigrantes cuentan con opciones legales para obtener la residencia permanente, aunque estos procesos suelen ser lentos y demandan paciencia. Por ejemplo, los cubanos que ingresaron bajo la Ley de Ajuste Cubano (CP1) mantienen su derecho a ajustar su estatus, aunque la espera puede durar varios años. Asimismo, quienes entraron con parole humanitario o están casados con ciudadanos estadounidenses también tienen vías para regularizar su situación.
Gallardo enfatiza que la autodeportación puede generar barreras para reingresar legalmente a Estados Unidos en el futuro, afectando peticiones familiares, visas de trabajo u otros beneficios migratorios. Por ello, recomienda evaluar todas las alternativas legales antes de optar por esta medida.