
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido este verano su advertencia de viaje más alta, nivel 4 “Do Not Travel” (No viajar), para seis países, debido a la persistencia de conflictos armados, tensiones políticas, violencia generalizada y amenazas a la seguridad de ciudadanos estadounidenses.
Los países incluidos en esta lista de máxima alerta son Rusia, Birmania (Myanmar), Somalia, Iraq, Líbano y Venezuela, según reporta el medio especializado Men’s Journal. Las actualizaciones de estas advertencias se realizaron entre mayo y junio de 2025, en el marco de un entorno internacional marcado por inestabilidad política, conflictos armados y crisis humanitarias en distintas regiones del mundo.
Motivos de la advertencia
Cada país presenta riesgos distintos que han motivado la recomendación de no viajar bajo ninguna circunstancia:
- Rusia enfrenta tensiones derivadas de la guerra en Ucrania, restricciones a libertades civiles, detenciones arbitrarias de extranjeros y riesgos de violencia, lo que ha elevado significativamente el peligro para los visitantes.
- Birmania (Myanmar) continúa sumida en un intenso conflicto interno tras el golpe militar de 2021, con combates entre el ejército y grupos insurgentes, además de detenciones arbitrarias y restricciones severas a la libertad de movimiento.
- Somalia padece altos niveles de violencia por parte de grupos extremistas, como Al-Shabaab, junto con secuestros, ataques terroristas y una situación humanitaria frágil que hacen extremadamente peligroso el ingreso al país.
- Iraq sigue registrando riesgos elevados debido a conflictos armados, terrorismo, secuestros y ataques dirigidos contra instalaciones diplomáticas y objetivos occidentales.
- Líbano atraviesa una grave crisis económica y política, junto con episodios esporádicos de violencia, protestas y riesgo de terrorismo, factores que elevan el nivel de inseguridad para los viajeros.
- Venezuela continúa bajo la advertencia más severa por motivos como secuestros, detenciones arbitrarias de ciudadanos estadounidenses, delincuencia violenta, además de la crisis humanitaria y política que vive el país.
En el caso de Rusia en particular se conoce que desde principios de mayo integra la lista, sin embargo, las autoridades de EE.UU tienen poca capacidad para apoyar a sus nacionales en ese territorio debido a las diferencias políticas de ambas naciones.
«El gobierno de Estados Unidos tiene una capacidad limitada para ayudar a los ciudadanos estadounidenses en Rusia, especialmente fuera de Moscú. La embajada de Estados Unidos en Moscú ha reducido su personal y el gobierno ruso ha restringido los viajes del personal de la embajada. Todos los consulados de Estados Unidos en Rusia han suspendido sus operaciones, incluidos los servicios consulares. No viaje a Rusia por ningún motivo», dice el texto del gobierno.
Asimismo, destaca que el riesgo de que un ciudadano quede arrestado injustamente en Rusia es potencialmente elevado y las probabilidades de liberación son escasas. Hay evidencias, según el gobierno, de que ciudadanos estadounidenses han sido interrogados y amenazados en ese territorio euroasiático.
Recomendaciones para los ciudadanos estadounidenses
El Departamento de Estado insta a los estadounidenses a no viajar a ninguno de estos destinos. En caso de encontrarse en estos países, se aconseja evaluar la posibilidad de abandonar el territorio cuanto antes o tomar medidas extremas de seguridad personal. Además, se recomienda registrarse en el Programa de Inscripción de Viajeros Inteligentes (STEP, por sus siglas en inglés), que permite recibir alertas de seguridad y facilita la asistencia consular en caso de emergencia.
A pesar de estas advertencias de nivel 4, el gobierno estadounidense mantiene otros avisos en niveles más bajos para distintos países. Por ejemplo, Qatar fue incluido recientemente en la lista de países con nivel 1, es decir, un destino considerado de bajo riesgo donde solo se aconseja precaución normal.
En este contexto global, las autoridades estadounidenses piden a los ciudadanos informarse detalladamente antes de planificar cualquier viaje internacional, especialmente en destinos que figuren con alertas elevadas.
Los avisos de viaje de nivel 4, conocidos como “Do Not Travel”, representan la alerta más severa que puede emitir el Departamento de Estado de EE. UU. Esta clasificación no se da a la ligera: es una señal de que existen amenazas extremas a la seguridad personal, como conflictos armados, terrorismo, violencia generalizada, secuestros o crisis políticas que podrían poner en grave riesgo la vida o libertad de los viajeros.
Ignorar estas advertencias puede tener consecuencias críticas:
Riesgo para la vida y la integridad física. En países en guerra o con violencia extrema, un viajero podría quedar atrapado en enfrentamientos, atentados o ser blanco de delitos como secuestros.
Falta de asistencia consular. En algunos lugares, la presencia diplomática de EE. UU. es limitada o inexistente, lo que impide brindar ayuda en caso de emergencia, detención arbitraria o evacuación.
Dificultades para salir del país. Conflictos internos o cierres de fronteras pueden dejar a las personas sin rutas de escape seguras.
Problemas legales. Algunos países pueden aplicar leyes estrictas y castigos severos incluso por acciones menores, especialmente si existen tensiones diplomáticas con EE. UU.
Costos económicos. Gastos imprevistos por evacuaciones de emergencia, cancelaciones de vuelos o necesidad de abandonar rápidamente un país pueden ser enormes.
Por estas razones, seguir las indicaciones del Departamento de Estado no es solo una cuestión de cautela, sino de protección vital. Si bien cada viajero es libre de decidir, las autoridades insisten en que no hay viajes “seguros” a países clasificados en nivel 4, y recomiendan posponer o cancelar cualquier plan hasta que las condiciones mejoren.