Empresario cubanoamericano que era dueño del supermercado conocido como el «Costco cubano» advierte que se declarará en huelga de hambre desde la prisión

Foto: Perfil de Facebook de Luis Alberto Ramírez Katumbo y La Tijera

El empresario cubanoamericano Frank Cuspinera quien era dueño de Diplomarket un supermercado exitoso en La Habana al que muchos conocían como el Costco cubano hizo una carta en la que denuncia varias violaciones a los derechos humanos que ha cometido el régimen contra su persona desde que lo arrestaron el pasado año, como tortura psicológica y manipulación de la justicia.

Según el sitio 14ymedio en el documento el acusado refiere que se declarará en huelga de hambre y pide el apoyo de la comunidad internacional, organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como el apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos para que actúen en consecuencia ante las injusticias cometidas por la dictadura cubana.


El cubanoamericano destacó que su caso fue amañado desde los inicios por la Seguridad del Estado y otros órganos de represión como la Policía Técnica Investigativa (PTI que antiguamente se nombraba DTI) en contubernio con su abogado defensor.

“Me negaron el derecho a comunicarme y a una defensa legal desde el inicio”, escribió el empresario quien aseguró que lo detuvieron el 20 de junio del pasado año. Desde ese momento —de acuerdo con informes no oficiales— su empresa fue tomada por agentes del gobierno, que incluían inspectores del grupo militar GAESA, los cuales habrían incautado todas sus propiedades.

Cuspinera quien es vicepresidente de la empresa Las Américas TCC Corporation con sede en el estado de la Florida argumentó que todo se traduce en una estrategia bien calculada por el régimen para contrarrestar la creciente popularidad del negocio y su influencia en el ámbito empresarial cubano.

“Desarrollaba una empresa con licencias federales en EE.UU. que competía con empresas estatales. Eso bastó para convertirme en objetivo del aparato represivo”, advirtió el negociante arrestado. Por tal motivo considera emprender una huelga de hambre a partir del 1 de junio del presente año con interés de afrontar consecuencias severas en caso de que no se le permitan todas las garantías legales que como persona tiene derecho entre ellos pedir una fianza.

En la misiva se autodescribe como un «ciudadano, abogado y empresario cubanoamericano» y menciona su compañía Cuspinera SURL LVI con el nombre comercial Diplomarket tanto en Florida como en La Habana.


El mercado, que abrió sus puertas de manera sutil a finales de 2022, saltó a la fama gracias a un informe del reportero de CNN, Patrick Oppmann. Situado en Berroa, en las afueras de La Habana, Diplomarket comenzó como una plataforma de ventas por internet y, desde su creación, estuvo bajo un estricto monitoreo, como indicó el medio independiente 14ymedio.

A pesar de que los funcionarios cubanos lo señalan de manera no oficial por evasión de impuestos, comercio de divisas y lavado de dinero, Cuspinera sostiene que estas acusaciones se fundamentan en declaraciones alteradas de trabajadores, muchos de los cuales han dejado la nación. “Han fabricado un caso sin fundamentos para justificar la expropiación de mi negocio”, afirmó Frank en su carta.

La queja que presenta este empresario evoca situaciones similares a las de otras figuras vinculadas al sistema empresarial cubano y que terminaron con un desenlace no deseado por culpa del régimen cubano como es el caso de Alejandro Gil Fernández quien fuera ministro de Economía y Planificación de Cuba y en marzo de 2024 los represores lo arrestaran.

A través de su misiva, Cuspinera pretende desafiar la inacción del Estado y dar a conocer lo que considera un modelo constante de opresión hacia aquellos que intentan promover el crecimiento del sector privado en Cuba. “No quiero evadir la acción de la justicia, solo exijo poder defenderme”, finalizó el emprendedor.


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