
Este domingo se conoció de la triste noticia sobre la muerte en Miami del destacado filántropo y empresario cubano Fausto Díaz-Oliver quien deja un legado un vacío en la política y la sociedad en el sur de Florida, así como entre los exiliados cubanos.
La esposa de Fausto J. Díaz Oliver, Remedios Díaz-Oliver, anunció en Facebook: Con profunda tristeza, comparto que mi esposo ha fallecido durante una cirugía. Su corazón no resistió esta vez.
Fausto nació en Cienfuegos y no dudó emigrar hacia los Estados Unidos después que los Castro llegaron al poder, específicamente el 11 de mayo de 1962 arribó a Miami donde construyó su trayectoria empresarial según refiere Martí Noticias. El cubano fue CEO de All American Containers, compañía destacada en EE.UU en lo que respecta a envases y tapas de metal, vidrio y plástico con incidencia en Panamá, Puerto Rico y México.
Aparte de su actividad en el mundo empresarial, Díaz-Oliver se destacó como un apasionado defensor de la democracia en Cuba. Participó en el U.S.-Cuba Democracy PAC, una de las organizaciones de presión más significativas en Washington en relación con la política cubana, impulsando un cambio pacífico hacia un sistema democrático en la isla.
Durante su existencia, Díaz-Oliver dedicó esfuerzos y fondos a respaldar múltiples entidades benéficas, incluyendo la American Heart Association, la American Cancer Society, la American Diabetes Association y United Way. Este hecho resalta su dedicación a la mejora del bienestar social, según lo reconocido por la fuente mencionada.
También se destacó por ser expresidente de la mayor organización privada de hispanos en EE.UU, Big Five Club y se desempeñó como vicepresidente de la Cámara de Comercio Latina, posiciones que empleó para resaltar el crecimiento de la comunidad hispana.
Muchos cubanoamericanos y famosos de la política reaccionaron a su deceso entre ellos los congresistas republicanos María Elvira Salazar y Carlos Giménez los cuales exaltaron su labor por la libertad de Cuba.
Salazar invocó palabras de la biblia para reconocer la trayectoria de tan distinguido exiliado. “Mis más sentidas condolencias para Remedios Díaz-Oliver por la pérdida de su querido Fausto — orgullo del exilio cubano, esposo devoto y líder visionario. Que su legado perdure, y que el Señor lo reciba con estas palabras: ‘Bien hecho, mi buen siervo y fiel.’ (Mateo 25:23)», dijo en su cuenta de X.
Por otro lado, Giménez lo caracterizó como un prominente hombre de negocios, un padre, abuelo y bisabuelo excepcional, así como una figura influyente en la comunidad cubanoamericana.
«Lourdes y yo queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a nuestra querida amiga, Remedios Díaz-Oliver, por el fallecimiento de su amado esposo de 66 años, Fausto Díaz, un exitoso hombre de negocios, orgulloso exiliado cubano, padre, abuelo y bisabuelo. Nuestras oraciones están con toda la familia en este momento. Que su memoria sea una bendición», escribió Carlos en la misma red social.
Su ausencia genera un impacto significativo en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo, en las entidades que respaldó y en una generación completa que lo consideró un ícono de determinación, dedicación y liderazgo dentro de la comunidad cubana en el exilio.