
Un grupo de cubanos que residen en San Antonio, Texas se congregaron con decenas de velas bajo el cielo estrellado para rendirle tributo a una cubana de 28 años cuyo cadáver encontraron las autoridades una semana después de que se produjera su intrigante desaparición. La investigación de la muerte de Mariadelis Labrador Siles aún se investiga por parte de la policía de este estado.
El 10 de marzo, Mariadelis salió de su hogar sin llevar consigo su teléfono ni su billetera, y desde entonces se reportó su desaparición. A los dos días, se descubrió su cadáver en un área forestal cercana a Braun Road y Mustang Ranch, en la región noroeste del condado de Bexar.
Tomando en consideración el dictamen pericial el deceso fue consecuencia de una herida de arma blanca que le perforó el tórax. Si bien al principio no estaba claro si se trataba de un homicidio o un suicidio las autoridades concluyeron que fue este último.
La ceremonia de recuerdo, llevada a cabo por la comunidad cubana en la localidad, se realizó en el sector donde vivía Mariadelis. A diferencia de otros tributos en los cuales son los familiares directos quienes lideran la convocatoria, en esta oportunidad, asistieron numerosos individuos que no tenían una relación personal con la joven. Se informaron sobre la situación a través de las noticias y sintieron el deseo de honrar su memoria.
Los asistentes fueron vestidos de color púrpura, el cual era el preferido de la mujer, mientras portaban flores en los brazos prendieron las velas para orar por que su alma descanse en paz. “No podemos creer que una mujer de 28 años simplemente haya hecho eso”, lamentó una persona.
Meidys Cristina Guerra Venereo, una prima política de Mariadelis y cercana a su círculo personal, expresó sus incertidumbres respecto a la narrativa oficial. “Nos han dicho que no hay evidencia de que ella caminara sola por la acera. Yo he pensado muchas cosas. Digo, si fue alguien que la cogió, que ya la estaban vigilando, que sabían lo que hacía… pero no sé ni qué pensar”, confesó Guerra Venereo.
De igual forma confirmó que la difunta llegó a Estados Unidos un 9 de enero, pero no se especificó de qué año y desde ese momento residía de forma permanente en San Antonio. Según Guerra la familia ahora «no tiene vida» y es difícil que puedan «recuperarse de esto porque era una familia muy unida».
La familia, además creó una cuenta en la plataforma GoFundMe con el fin de reunir más de 13 mil dólares para costear los gastos funerarios y poder enviar su cuerpo hacia Cuba.
Los miembros de la comunidad cubana en la zona han manifestado su compromiso para que el caso de Mariadelis no caiga en el olvido. Tienen en marcha una serie de vigilias mensuales y han programado un nuevo evento para el 27 de noviembre, día que coincidiría con el cumpleaños de la joven. “Todos están invitados a honrar su memoria”, señalaron.
Por otro lado, las interrogantes permanecen sin solución. Los seres queridos y amigos afirman que no pararán hasta descubrir la realidad de lo sucedido y demandan que las autoridades reinicien la investigación con sensibilidad.