En una ciudad repleta de sabores e historias migrantes como Hialeah, donde el olor del pan tostado se mezcla con el bullicio del spanglish cotidiano, un modesto local de sándwiches acaba de lograr lo impensable: ser nombrado el mejor establecimiento de sándwiches de todos los Estados Unidos, según la influyente plataforma Yelp.
El protagonista de esta historia es Franky’s Deli Warehouse, un negocio familiar que lleva años sirviendo bocados generosos, envueltos en pan crujiente y cargados de ingredientes frescos, con una sonrisa de barrio y sabor a hogar. Su ubicación, 2596 W. 84th St., Hialeah, podría pasar desapercibida para muchos… pero no para los comensales fieles que, reseña tras reseña, lo catapultaron a la cima del gusto nacional. De acuerdo con sus propietarios está abierto al público de lunes a sábado siempre de 10:00 am a 4:00 pm.
Un reconocimiento que nace del pueblo
A diferencia de rankings elaborados por críticos culinarios o revistas especializadas, este reconocimiento proviene directamente de los consumidores. Yelp analizó miles de comentarios, valoraciones y puntuaciones, y el veredicto fue claro: Franky’s no solo gusta, enamora. Y lo hace sin pretensiones, sin decoración ostentosa ni estrategias de marketing: solo con comida honesta, atención cercana y una constancia que no falla.
El listado de Yelp, publicado esta semana, recoge los mejores sitios para comer sándwiches en todo el país. En esa lista, donde compiten desde delicatessen neoyorquinas hasta food trucks de Portland, Franky’s brilla en el primer puesto.
«La tienda familiar también registra una cantidad notable de reseñas para «hacer que las personas sientan que importan», comentó Yelp.
¿El secreto? Amor entre panes
“Todo aquí se prepara al momento, con cariño y sin escatimar”, comentó a Miami.com uno de los clientes habituales, mientras disfrutaba de su sándwich de pavo con aguacate. Otros elogian la frescura del pan, los ingredientes abundantes, las porciones generosas y, sobre todo, la sensación de estar en casa.
En el menú destacan clásicos como el Cuban Sandwich, el Philly Cheesesteak y el Roast Beef Special, aunque muchos coinciden en que cualquier elección es un acierto. A eso se suma el trato de los empleados, que conocen a sus clientes por nombre y saben, antes de que hablen, cuál es su orden habitual.
«Trabajé para el servicio al cliente de UPS. Mi esposo trabajaba para Subway y solía enseñar a los propietarios de franquicias cómo administrar las tiendas. También dirigí un negocio de limpieza después de UPS, y él tenía un negocio de exterminio. En las cuatro cosas, el servicio al cliente es importante, no me importa cuál sea el negocio», recordó Nanette Díaz quien gestiona la tienda con su esposo Franky.
Un oasis gastronómico en tiempos difíciles
Este logro ocurre en un momento desafiante para la industria restaurantera del sur de Florida. La competencia feroz, la subida en los costos de los insumos y la disminución del turismo han forzado a muchos negocios a cerrar sus puertas o reinventarse. En ese escenario, el éxito de Franky’s Deli no solo destaca por su constancia, sino por su capacidad de resistir sin perder su esencia.
El reconocimiento también proyecta a Hialeah en el mapa nacional como un punto gastronómico de interés. A menudo ignorada en los circuitos gourmet de Miami, esta ciudad de fuerte identidad cubanoamericana empieza a cosechar visibilidad por su talento culinario, que va desde las cafeterías más humildes hasta locales que, como Franky’s, se convierten en leyenda.
Orgullo local y resonancia nacional
Las redes sociales no tardaron en estallar con mensajes de apoyo, orgullo y entusiasmo. Clientes actuales y antiguos compartieron fotos, recuerdos y anécdotas, como si el premio hubiese sido otorgado a un amigo de toda la vida. “Lo merecen. Han estado ahí para nosotros con sus sándwiches y su calidez durante años”, escribió una usuaria en Instagram.
Desde la gerencia de Franky’s, el agradecimiento fue inmediato y sincero. “Este logro es de todos ustedes”, publicaron en su cuenta oficial. “Gracias por confiar, recomendar, volver y hacernos parte de sus días”.
Después de 46 años de matrimonio y una vida dedicada al negocio familiar, los Díaz soñaron con expandirse en 2020 abriendo una segunda tienda en Doral. Sin embargo, como ocurrió con tantos otros planes en ese año incierto, la pandemia puso todo en pausa. Hoy, lejos de lamentarse, encuentran satisfacción en continuar atendiendo a su fiel clientela en Hialeah, donde sus icónicos sándwiches siguen siendo el alma del local. El favorito indiscutible es el italiano: una generosa combinación de jamón, capicola, salami y provolone que muchos comensales expertos piden, sin dudarlo, bien caliente.
«Es un sándwich extremadamente sabroso, especialmente cuando se calienta», afirmó Díaz. «Todos los aceites de la carne se mezclan».
Más que un sándwich, una experiencia
Franky’s Deli Warehouse es la prueba de que no se necesita un local elegante ni un chef famoso para conquistar el paladar nacional. Basta una receta bien hecha, ingredientes frescos, un equipo comprometido y una comunidad que te respalde.
Y así, entre pan y pan, lo que comenzó como un pequeño negocio de barrio se convirtió en un gigante nacional. Un triunfo para Hialeah. Un triunfo para la comida sencilla. Un triunfo —por qué no decirlo— para todos los que creen que el mejor sabor está donde te hacen sentir en casa.
El sándwich cubano es un bocadillo caliente tradicionalmente hecho con pan cubano, jamón cocido, cerdo asado, queso suizo, pepinillos y mostaza. Se prensa hasta quedar crujiente por fuera y derretido por dentro. Aunque tiene raíces en Cuba, se popularizó en comunidades cubanoamericanas de Florida, especialmente en Miami y Tampa, donde este último añade salami como variante local. Es considerado un símbolo cultural y culinario de la diáspora cubana.