Gobierno de Donald Trump evalúa entregan incentivos financieros a madres primerizas entre otras medidas

Foto: Cuba en Miami

El presidente Donald Trump y su administración están evaluando un grupo de medidas como parte de una iniciativa para fomentar la reproducción en los Estados Unidos, una de las más impactantes es la entrega de 5 mil dólares a cada madre estadounidense que dé a luz.

La estrategia, revelada por The New York Times, se inscribe dentro de un plan más amplio destinado a fortalecer los principios familiares de carácter conservador, combatir la disminución demográfica del país y establecer un enfoque pro-natalista como una característica distintiva de su gobierno.


Otras de las medidas que forman parte de este proyecto es la entrega de becas académicas, programas de formación sobre la fertilidad, así como la «Medalla Nacional de la Maternidad». El trasfondo que rodea estas sugerencias es una cifra de natalidad que ha sido históricamente reducida.

En el año 2023, la cifra de nacimientos por mujer en Estados Unidos alcanzó solo 1,62, marcando un récord histórico a la baja. En total, se registraron aproximadamente 3,6 millones de nacimientos, lo que representa una disminución de 76,000 comparado con el año previo.

La prolongada caída que se ha manifestado a lo largo de los años genera inquietud en múltiples ámbitos políticos y sociales. J.D. Vance, vicepresidente de EE.UU es una de las personas que respalda la natalidad y ha alertado sobre una posible «crisis de civilización».

“El hecho de que no estemos teniendo suficientes bebés, el hecho de que no estemos teniendo suficientes niños, es una crisis en este país”, afirmó el político que también considera elevar a 5 mil dólares el crédito fiscal por hijo.

Durante la «Marcha por la Vida» que se realizó en el mes de enero del presente año planteó que el gobierno debe apoyar a los padres para que estos puedan engendrar hijos. “Quiero más niños felices en nuestro país. Y es tarea de nuestro gobierno facilitar que las madres y los padres jóvenes puedan tener hijos (…) y acogerlos como las bendiciones que sabemos que son”, advirtió Vance.


Entre las iniciativas más destacadas que considera la administración Trump es un audaz programa de apoyo económico para mujeres que se convierten en madres por primera vez están las siguientes:

  • Un “bono de bebé” de 5,000 dólares que se recibiría al momento del parto
  • La entrega de una «Medalla Nacional de la Maternidad
  • La redistribución del 30% de las becas Fulbright para personas que tienen hijos o estén casadas
  • Además de estas estrategias, se implementarán iniciativas educativas enfocadas en la fertilidad y el ciclo de ovulación, diseñadas para que las mujeres adquieran un mayor entendimiento de su salud reproductiva y logren planificar sus embarazos de manera más eficiente.

Desde la Oficina Oval, la portavoz Karoline Leavitt defendió la estrategia de acuerdo a la prensa estadounidense: “El presidente quiere que Estados Unidos sea un país donde todos los niños puedan crecer de manera segura y alcanzar el sueño americano. Como madre, me enorgullece trabajar para un presidente que está tomando medidas importantes para dejar un país mejor a la próxima generación”, destacó Leavitt.

Un defensor destacado de la postura pro-natalista es el magnate Elon Musk, quien no solo expresa abiertamente su inquietud por el descenso en la tasa de natalidad, sino que también parece haber convertido la paternidad en un objetivo personal. Musk es padre de 14 niños, de los cuales cuatro son fruto de su relación con Shivon Zilis, directiva de Neuralink. Con sus otras dos parejas, Justine Wilson y la cantante Grimes tuvo también varios hijos.

Se conoce que Elon Musk pagó a una mujer una cifra de 15 millones de dólares con el fin de que esta tuviera con él un hijo en secreto. También algunas fuentes han dicho que emplea su plataforma X para comunicarse con potenciales madres.

La defensora Simone Collins, que junto a su pareja ha presentado iniciativas como la exoneración fiscal para parejas casadas y un reconocimiento para las madres numerosas, dijo: “Esta administración es inherentemente pro-natalista […] miren la cantidad de hijos que tienen los principales líderes. No se oyó hablar de los niños de la misma manera con Biden”.

Collins indicó que el Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca ha respondido positivamente a sus sugerencias, lo que implica una disposición genuina para implementar varias de ellas como órdenes ejecutivas.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con estas medidas. La organización MomsRising que agrupa a más de un millón de madres se opone sin titubeos a estas propuestas. La líder del grupo, Kristin Rowe-Finkbeiner, describió los programas como “estrategias opresivas y ineficaces que conducen al fracaso” y cargó contra el gobierno por desestimar alternativas más útiles.

“Sin duda, las familias necesitan políticas que permitan a las madres y padres cuidar de sus hijos, trabajar y contribuir a sus comunidades”, enfatizó Kristin quien agrega que el actual mandatario ha podido en innumerables ocasiones apoyar esas políticas, pero, sus gestiones han fracasado de manera contundente en sus esfuerzos.

Desde este enfoque, en lugar de ofrecer reconocimientos simbólicos, sería más útil asegurar el acceso a servicios de cuidado infantil a bajo costo, atención médica para madres y permisos familiares remunerados.

La discusión en torno a estas iniciativas no solo abarca aspectos económicos o biológicos, sino que invoca una perspectiva cultural y casi ética sobre la procreación. J. D. Vance, en un evento a favor de la vida, manifestó al respecto: “Necesitamos una cultura que celebre la vida en todas sus etapas […] una que reconozca y crea verdaderamente que la referencia del éxito nacional no es nuestro PIB ni nuestra bolsa, sino si las personas sienten que pueden formar familias prósperas y saludables en nuestro país”.

Aunque estas ideas todavía se encuentran en discusión, indican una posible transformación ideológica del conservadurismo en Estados Unidos hacia un apoyo abierto a la natalidad, caracterizado por elementos culturales, religiosos y económicos significativos.

A diferencia de estrategias más convencionales que han centrado su atención en la fiscalidad o el apoyo a las familias, la narrativa contemporánea propugna un cambio más radical: un entorno donde la procreación se considere tanto un acto respaldado económicamente por el gobierno como una expresión de pertenencia cultural.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *