
Un suceso aterrador conmocionó a la comunidad de la comunidad costera de Boca Grande en el sureste de Florida cuando una niña de 9 años de edad fue atacada por un tiburón mientras practicaba snorkel. Este incidente ha generado gran preocupación sobre la seguridad en las playas y la presencia de tiburones en zonas turísticas y recreativas.
La niña identificada como Leah se encontraba disfrutando de un día de snorkel en la playa cuando el ataque ocurrió de forma repentina y violenta. Según relatan los familiares, Leah estaba sumergida bajo el agua cuando de repente emergió gritando, con la mano derecha cubierta de sangre. Lo que parecía un día de diversión se convirtió en una escena desgarradora que alertó a todos los presentes en la playa.
Un grupo de trabajadores de construcción, que se encontraban en su hora de almuerzo cerca del lugar, escucharon los gritos y acudieron rápidamente para socorrer a la niña. Uno de los testigos describió la escena con gran impacto, relatando cómo el tiburón estaba todavía cerca cuando intentaron auxiliar a Leah.
«Un tiburón estaba justo encima de esa niña. Nos lanzamos al agua para separarlo, pero el tiburón estaba justo detrás de nosotros. La mano de la niña estaba prácticamente colgando, sostenida únicamente por un pequeño trozo de piel», dijo una de las personas que ayudó a la menor y quien dijo observar cómo se le notaba el hueso y brotaba mucha sangre por lo que tuvieron que envolver el brazo en una toalla.
Tras el ataque, la rápida intervención de los presentes fue fundamental para salvar la vida de Leah. La detención del sangrado y la estabilización inicial permitieron que la menor fuera trasladada urgentemente a un hospital en Tampa. Allí los médicos sometieron a Leah a una operación en la mano derecha con el objetivo de salvar la extremidad y estabilizar su condición en general. Aunque el daño fue severo, las autoridades médicas expresaron que la niña estaba respondiendo bien al tratamiento.
«Estamos agradecidos con Jesús por la rápida respuesta de los equipos de emergencia y la habilidad del equipo médico, ahora está estable y pasando por una cirugía, luchando duro por su camino hacia la recuperación», expresaron los amigos de la menor en la plataforma GoFundMe.
Este incidente ha generado preocupación sobre la seguridad en las playas de Florida, especialmente para familias y niños que disfrutan de actividades acuáticas como el snorkel. Aunque los ataques de tiburones son relativamente raros, la presencia de estas especies en zonas turísticas invita a reforzar las medidas preventivas y a mantener una vigilancia constante.
En 2024 el estado de Florida reportó un total 14 mordeduras no provocadas de escualos, la mitad de los casos reportados en el país, de acuerdo con datos del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones del Museo de Historia Natural de Florida. De los casi mil casos documentados en el estado desde 1882 más de un tercio ocurrieron en Volusia que incluye localidades como New Smyrna Beach y Daytona Beach.
El Dr. Jim Gelsleichter, docente en la Universidad del Norte de Florida y reconocido especialista en endocrinología de tiburones, ha hablado en otras ocasiones sobre la cantidad de ataques que ocurren cada año. Afirmó que, a pesar de que las cifras pueden parecer preocupantes, realmente sigue siendo poco común que una persona reciba una mordedura.
Gelsleichter destacó en un comunicado que el incremento de turistas en las playas durante el verano, sumado a las poblaciones máximas de tiburones y su proximidad a la orilla en busca de peces, puede causar un aumento en los ataques de tiburones en comparación con el invierno; sin embargo, las mordeduras suelen ser no letales.
El ataque más reciente y mortal de un tiburón en Florida se registró en 2010, cuando un practicante de kitesurf fue agredido por este animal marino cerca de la playa de Stuart, en la región conocida como la Costa del Tesoro.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida recomienda a quienes nadan y practican surf que no entren al agua durante el amanecer y el atardecer, momentos en que la actividad de los tiburones es mayor. Asimismo, se recomienda a quienes nadan que eviten entrar al agua si presentan alguna cortadura o si llevan puestas joyas relucientes, ya que ambas situaciones pueden resultar atractivas para los tiburones. Numerosos salvavidas en las playas utilizan banderas de color púrpura para señalar la existencia de criaturas marinas peligrosas, tales como medusas, mantas o escualos.