
Con la llegada del verano y el aumento de bañistas en las costas, varias playas de Estados Unidos han anunciado la implementación de nuevas estrategias para reducir el riesgo de ataques de tiburones, una preocupación creciente en algunas zonas turísticas.
Entre las medidas más destacadas figura el uso de drones adicionales para vigilar la costa. Al menos seis nuevos drones se incorporarán a los ya existentes totalizando 28, permitiendo a las autoridades detectar tiburones cerca de las zonas de baño y actuar de manera preventiva.
Además, se intensificarán los patrullajes marítimos y aéreos, sumando helicópteros, botes y un mayor número de salvavidas entrenados para identificar no solo la presencia de tiburones, sino también corrientes peligrosas que puedan poner en riesgo a los bañistas. Ocho oficiales se están adiestrando en el manejo de estos artefactos voladores y cuando alcancen el entrenamiento adecuado se incorporarán a los 40 que ya operan drones.
La Policía del Parque contará con un dron más grande con diversas y mejoradas características como cámaras de calidad mucho mayor, búsqueda de alcance láser, así como imágenes térmicas. Esto les permitirá detectar a los tiburones cuando la visibilidad sea reducida o cuando existan personas en inminente peligro.
Otra innovación significativa será la creación de un sistema de alertas en tiempo real, inspirado en iniciativas como la “Lulu Gribbin Shark Alert System Act” en Alabama. El objetivo es enviar notificaciones a los teléfonos móviles de los visitantes cuando se produzca un incidente con tiburones en las inmediaciones, similar al funcionamiento de las alertas Amber utilizadas para casos de menores desaparecidos.
Estas nuevas acciones se suman a otras estrategias utilizadas internacionalmente, como barreras físicas, redes submarinas, y sistemas de captura y liberación de tiburones lejos de las costas, métodos que han demostrado eficacia en lugares como Brasil, donde han reducido drásticamente los ataques.
Las autoridades, no obstante, recuerdan que la prevención individual sigue siendo clave. Recomiendan nadar en grupo, evitar zonas con bancos de peces o actividad de pescadores, prescindir de joyas brillantes y reducir salpicaduras excesivas, ya que estas pueden atraer a los tiburones.
Recientemente se han detectado varias especies de tiburones tales como el tiburón blanco, tiburón azul, tiburón de banco de arena, tiburones peregrinos entre muchos otros. Hace poco un tiburón tigre de arena atacó a una mujer en Long Island ocasionándole heridas en la pierna izquierda que favorablemente no pusieron en peligro su vida. Con estas medidas, las playas estadounidenses buscan ofrecer mayor seguridad a los bañistas y turistas, sin perder de vista la importancia de preservar la vida marina y mantener el equilibrio ecológico de sus costas.
Florida, con sus extensas playas y aguas turquesas, es uno de los destinos turísticos más populares del mundo. Sin embargo, cada año aumenta la preocupación por la presencia de tiburones cerca de la costa, un fenómeno natural que, aunque genera alarma, tiene explicaciones científicas claras. Los tiburones son animales de sangre fría, lo que significa que dependen de la temperatura ambiental para regular su metabolismo. Durante los meses más fríos, muchas especies migran hacia el sur en busca de aguas cálidas. Las costas de Florida ofrecen precisamente ese ambiente estable, convirtiéndose en un refugio ideal para estos depredadores marinos.
Otro de los grandes atractivos para los tiburones es la gran concentración de alimento que encuentran cerca de la costa. Los bancos de peces, rayas y calamares suelen acercarse a las orillas, especialmente en ciertas épocas del año. Estos movimientos atraen a especies de tiburones que siguen a sus presas en busca de sustento. Algunas especies, como los tiburones martillo o los tiburones toro, se acercan a aguas poco profundas para reproducirse. Estas áreas ofrecen protección a las crías, pues son lugares con menos presencia de grandes depredadores y con abundante alimento, lo que aumenta las posibilidades de supervivencia de los ejemplares jóvenes.
Un fenómeno muy observado en Florida es la migración estacional de especies como el tiburón negro de punta negra (blacktip shark), que cada invierno y primavera viaja hacia el sur en enormes bancos. Esta migración masiva coincide con la temporada alta de turistas, generando más avistamientos cerca de playas populares.