
La peor pesadilla en el nuevo centro de detención apodado Alligator Alcatraz, ubicado en pleno corazón de los Everglades, no parecen ser los cocodrilos, sino los mosquitos. Incluso periodistas de distintos medios, que acudieron a cubrir la llegada de los primeros migrantes, fueron captados visiblemente incómodos ante las cámaras, abanicándose y aplicándose repelente sin éxito frente al incesante asedio de los insectos.
El canal hispano Telemundo 51 difundió imágenes en las que se observa a sus reporteros interrumpiendo la transmisión en vivo, visiblemente afectados por el acoso constante de los mosquitos en la zona.
«Oh, Dios mío, no puedo hablar, tengo la cara llena de mosquitos», confesó ante la cámara una periodista, antes de rociarse nuevamente con repelente en un intento desesperado por espantar a los persistentes insectos.
«Reportando desde el Alcatraz de los mosquitos», bromeó Alexis Boente, reportero de Telemundo, al hacer referencia al apodo que ya ha comenzado a circular entre algunos miembros de la prensa y defensores de derechos humanos, quienes han criticado la ubicación y las condiciones del sitio.
«Tengan miedo de los mosquitos, no de los caimanes. Están locos, sobre todo después de tanta lluvia. Intenté grabar un video y no aguanté más de tres minutos, ni siquiera con repelente. ¡Ahora hay un montón en mi coche por abrir la puerta brevemente!», escribió en X el periodista Joel Franco, de WSVN.

El centro de detención conocido como Alligator Alcatraz fue erigido en un par de semanas en el antiguo aeropuerto Dade‑Collier, dentro de la Reserva Nacional Big Cypress. La instalación cuenta con capacidad inicial para 3 000 detenidos (con posibilidad de alcanzar 5 000) y dispone de más de 200 cámaras, 400 agentes y alrededor de 28 000 pies de alambre de púas.
Los primeros migrantes bajo custodia fueron ingresados el 3 de julio, convirtiendo oficialmente el recinto en operativo. La ubicación remota, rodeada de caimanes, pitones y pantanos, ha sido promovida por las autoridades como un obstáculo natural para las fugas. El fiscal general de Florida, James Uthmeier, aseguró que no se necesitaba invertir en perímetros adicionales porque quienes escaparan se enfrentarían a los peligros del entorno pantanoso, recogió abc7.
Durante su visita a Alligator Alcatraz, el pasado 1 de julio, el presidente Donald Trump elogió la rapidez y profesionalismo del montaje del centro, al tiempo que declaró el modelo debería replicarse en otros estados.
«Nos gustaría ver instalaciones similares en muchos estados», precisó.
A pesar de los elogios de funcionarios estatales y federales sobre la eficiencia del centro, diversas organizaciones proinmigrantes y defensoras de derechos humanos han expresado su preocupación por las condiciones en las que se encuentran los detenidos. Denuncian que el aislamiento geográfico, el calor extremo, la humedad constante y la exposición a insectos y fauna salvaje podrían constituir tratos inhumanos o degradantes. Además, advierten que la lejanía del sitio dificulta el acceso a asesoría legal, visitas familiares y supervisión independiente, lo que podría abrir la puerta a abusos no reportados y falta de transparencia en el manejo de los casos migratorios.