Empleados en una zona de almacenamiento del suroeste de Miami-Dade relataron haber oído una serie de disparos cuando un atacante abrió fuego el jueves, causando heridas a múltiples individuos. Lidia Amoretti-Morgado, conocida por su rol como portavoz del Jackson Memorial Hospital, se dirigió al reportero Rosh Lowe de Local 10 News en una conversación más personal como madre.
La señora planteó que se encontraba con su hija Camila y su perro dentro del auto antes de dirigirse a una práctica de porristas cuando de pronto comenzó a ver policías por doquier y sintió los disparos. «Ella estaba a punto de salir del auto cuando ocurrió el tiroteo, simplemente me rodearon los oficiales de policía», relató visiblemente asustada Amoretti.
La pequeña Camila también comentó a la prensa local que escuchó varios disparos e hizo caso a las advertencias de su madre de resguardarse bien para no salir lastimada. «Mi mamá me dijo que me agachara, y escuché ‘agacharme’, así que me agaché, traté de poner la cabeza de mi perro debajo del auto, porque, ya sabes, para que ella también pueda agacharse, porque no quería que se lastimara», señaló a Local 10.
El incidente se produjo minutos antes de la 1:30 p.m. en el 7300 Southwest 45th Street, donde existen múltiples establecimientos. El tiroteo ocurrió en un instante espeluznante: el jueves se celebraba el Día de llevar a su hijo al lugar de trabajo. También había familias con niños presentes debido a una práctica de animadoras. Hasta el momento, las autoridades no han revelado las edades de los afectados ni han especificado el lugar exacto del incidente.
Amoretti consideró que el hecho para ella fue una «experiencia extracorpórea». «¿De verdad está pasando esto?», destacó que se preguntó a sí misma. Además mencionó que un padre que conocen como Capitán Lou se dedicó a ayudarla a ella y a su hija a dejar el vehículo y huir de los tiros.
«Bajó arrastrándose. Básicamente me sacó del auto. Dejé el auto encendido y luego di la vuelta. La saqué y corrimos», planteó Morgado quien agregó que si se hubiesen quedado en el auto solo Dios sabe que pasaría.
El reportero local le preguntó a la mujer que si en algún momento pensó que saldría ilesa de la balacera a lo que ella respondió: «Lo hice. No puedo explicarlo, pero lo hice, incluso cuando estaba ocurriendo el tiroteo, no lo sé. Sentí que íbamos a estar bien. Fue aterrador. No sabía cómo se iba a desarrollar, pero sabía que íbamos a estar bien. Y de nuevo, gracias a eso, ese Capitán (Lou). Lo amo», comentó Amoretti-Morgado.
Una madre conversó con Lowe mientras su hijo jugaba en un establecimiento vecino donde ella se encontraba trabajando. Afirmó que, aunque ella no escuchó los disparos si recibió una llamada de un familiar que le advirtió lo que estaba sucediendo en el área donde ella se encontraba.
«Simplemente corrí y cerré la puerta principal y nos quedamos adentro hasta que nos aseguramos de que todo estuviera seguro. Ahora estamos bien, pero sí, estaba asustado. Fue aterrador por un minuto», explicó a la prensa la madre con su hijo en brazos.
Otro hombre que trabaja por la zona en una tienda de muebles le manifestó al periodista que escuchó varias detonaciones. «Es todo como almacenes, así que creo que es un silenciador. Lo escuchamos de nuevo. Es como, ‘boom, boom, boom’ otra vez. Y nos miramos el uno al otro, dijimos: ‘Oh, no, eso no es un silenciador’, expresó el individuo.
Con respecto a la respuesta de los agentes de seguridad ante la balacera dijo que fue efectiva y oportuna dentro de lo que cabe. «Llegaron rápido, policías de todas partes diferentes como ciudades en Miami, o todos llegando, todas las fuerzas de todas partes», asintió.
Rosie Riguero, empleada de una tienda próxima, relató que el establecimiento cerró cuando estaba sentada en su escritorio tras observar a un grupo de agentes desde la ventana. «Había policías por todas partes, helicópteros. Le dije, déjame encender internet para ver qué está pasando, porque nadie sabía lo que estaba pasando. Así que empezamos a cerrar todas nuestras puertas, diciéndoles a nuestros clientes, nuestra tienda estaba llena de clientes: ‘Por favor, no salgan’, cerrando las puertas. La gente se puso nerviosa». comentó Rosie.
Otro empleado del vecindario también calificó el incidente como tenebroso que le cogió de sorpresa. «Fue bastante aterrador. Fue bastante aterrador porque estaba afuera, fui a buscar algo de mi auto y, de repente, había autos de policía que venían de todas las direcciones», manifestó el trabajador.