Mientras organizaciones en Miami se solidarizan con situación de los inmigrantes el régimen cubano aprovecha para arremeter contra Marco Rubio

La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de permitir a la administración presidida por Donald Trump revocar el parole humanitario ha desatado una reacción por parte de defensores de los derechos humanos y los inmigrantes. Tal es así que líderes de la comunidad y varios funcionarios de Miami rechazaron la medida este lunes en respaldo a los miles de migrantes entre ellos cubanos que se pueden ver afectados.

«Obligar a los cubanos que recibieron parole humanitario a regresar a Cuba ahora sería un fracaso moral. La isla sufre una dictadura represiva donde la disidencia política se enfrenta con prisión, tortura y exilio forzado», afirmó directora ejecutiva de Miami Freedom Project, Ana Lucía Peláez.

Voces de las comunidades venezolana, nicaragüense y haitiana manifestaron su apoyo a Peláez, cuyos portavoces demandaron de manera urgente una reevaluación de las políticas migratorias del gobierno de Trump, argumentando que en sus naciones prevalecen dictaduras y situaciones de violencia extrema que amenazan su seguridad y bienestar.

Como se conoce el programa de parole humanitario que aprobó el expresidente Joe Biden a finales de diciembre de 2022 y se extendió en enero de 2023 benefició a más de medio millón de migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití. Su eliminación constituye un riesgo potencial para aquellos que han escapado de la violencia social y los regímenes autoritarios de la región ya que pueden estar obligados a regresar a sus países separando así a miles de familias que ya han fabricado su vida en Estados Unidos.

Mientras en la Ciudad del Sol se aclama en favor de los inmigrantes el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla arremetió a través de sus redes sociales contra el secretario de Estado Marco Rubio acusándolo de alentar a los cubanos a emigrar y luego «traicionarlos» de esta manera.

«Secretario de Estado de EE.UU. pasó de ser senador exigente y arrogante, a ser eco y empleado destacado de la Casa Blanca y la plutocracia que gobierna Estados Unidos», escribió el jefe de la diplomacia castristas en una publicación en su cuenta de X.

«Ha traicionado a los que incentivó a migrar, acusándolos de delincuentes y asesinos. ¿Habrá vendido sus compromisos para comprar actual cargo?», añadió el funcionario en el texto que acompaña con una fotografía de ICE arrestando a inmigrantes en Estados Unidos.

El ministro de Relaciones Exteriores simboliza un modelo que desde 1959 ha transformado la emigración en una salida política masiva. No obstante, su retórica coincide con la táctica de reducir el éxodo que han generado y de nuevo responsabilizar a Estados Unidos por la crisis migratoria en Cuba.