Nuevo impuesto del 1% a las remesas desde Estados Unidos

Remesas a Cuba desde Estados Unidos. Foto: noina / Shutterstock.com

A partir de la firma del presidente Donald Trump el pasado 4 de julio, quedó aprobado una nueva medida que impone un impuesto del 1% a las remesas enviadas desde Estados Unidos al extranjero, como parte del paquete legislativo migratorio conocido como la “One Big Beautiful Bill”. Esta disposición impactará directamente a millones de personas, sin importar su estatus migratorio o nacionalidad.

¿Quiénes deben pagar el impuesto?


El impuesto aplica a cualquier persona que envíe dinero fuera del país, ya sea ciudadano estadounidense, residente legal, inmigrante con visa o persona indocumentada. La clave no está en el estatus legal, sino en la forma en que se realiza el envío. Quienes envíen remesas utilizando métodos considerados “no bancarios” tendrán que pagar un recargo automático del 1%.

Envíos afectados

Están sujetos al impuesto los envíos realizados mediante:

  • Efectivo
  • Cheques
  • Giros postales (money orders)
  • Criptomonedas
  • Aplicaciones móviles no vinculadas a una cuenta bancaria

Estos métodos son comunes entre personas que no tienen acceso a cuentas bancarias tradicionales, o que usan agentes externos para hacer transferencias.

Cómo evitar el impuesto


El impuesto no se aplicará si el envío se hace desde una cuenta bancaria personal registrada, utilizando una tarjeta de débito o crédito. Es decir, si una persona envía dinero desde su cuenta del banco a través de un servicio que verifica su identidad, el impuesto no será cobrado.

Esto significa que bancos y plataformas reguladas como Zelle, Venmo (vinculado a cuenta bancaria), o transferencias directas entre cuentas están exentas del impuesto. En cambio, los servicios como Western Union, MoneyGram o apps de criptoactivos sin verificación formal pueden estar gravados.

Objetivo del impuesto

Según la administración Trump, esta medida busca generar fondos adicionales para financiar la expansión del sistema migratorio, incluyendo más agentes de ICE, centros de detención, tecnología fronteriza y operaciones de deportación masiva. Se calcula que este nuevo impuesto podría recaudar miles de millones de dólares al año.

Críticas y preocupaciones

Organizaciones proinmigrantes han advertido que el impuesto impacta especialmente a personas de bajos ingresos, que envían parte de sus salarios a familiares en países como México, El Salvador, Guatemala, Haití, Cuba y otros. Muchos de estos envíos se hacen en efectivo o por medios informales, lo que ahora los convierte en blanco directo de la nueva política fiscal.

Además, se teme que algunas personas intenten evadir el impuesto usando intermediarios o servicios no regulados, lo que podría generar sanciones adicionales o riesgos legales.

Conclusión

El nuevo impuesto a las remesas marca un cambio significativo en la relación entre inmigración, fiscalidad y transferencias internacionales. A partir del 4 de julio de 2025, enviar dinero desde EE.UU. al extranjero no solo será un acto de apoyo familiar, sino también una transacción regulada con impacto fiscal, incluso para ciudadanos estadounidenses.

Se recomienda a quienes envían remesas revisar cuidadosamente los métodos que utilizan, consultar con su banco y mantenerse informados sobre sus derechos y responsabilidades bajo esta nueva ley.


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