Otro derrumbe mortal en La Habana: una niña de 7 años y dos adultos pierden la vida entre los escombros

Una menor y dos adultos perdieron la vida en la madrugada de este sábado, por el colapso parcial de un edificio multifamiliar en La Habana Vieja, la triste noticia fue compartida en redes por el perfil oficialista Ransel Londres en Facebook, y confirmada por Diario de Cuba.

El edificio estaba ubicado en Monte 722, entre Rastro y Carmen. Las víctimas fatales no han sido identificadas, pero se supo que la niña tenía siete años en el momento de su muerte.


«Fuerzas especializadas del Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional Revolucionaria laboran arduamente desde horas de la madrugada en un derrumbe ocurrido en Monte 722, entre Rastro y Carmen», indicaron en redes sociales, en un post que luego fue compartido por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso y el medio estatal Radio Reloj Reportando.

El colapso se suma al ocurrido este viernes 11 de julio, cuando otro edificio —supuestamente en proceso de demolición— se derrumbó en San Bernardino, entre las calles Serrano y Durege, en el Consejo Popular Tamarindo, del municipio Diez de Octubre. Aunque esta segunda estructura presuntamente estaba deshabitada, dos personas resultaron atrapadas entre los escombros, reportó Tribuna de La Habana.

Estos dos trágicos derrumbes son reflejo alarmante del deterioro estructural que afecta a gran parte del fondo habitacional en Cuba, especialmente en ciudades como La Habana, donde miles de edificaciones centenarias han quedado al borde del colapso por décadas de abandono estatal. La falta de mantenimiento, la ausencia de políticas públicas efectivas y la desidia de un régimen más enfocado en preservar su poder que en garantizar condiciones mínimas de vida para su pueblo, han convertido muchos hogares en trampas mortales.

De acuerdo al Observatorio Cubano de Derechos Humanos, cada año se reportan decenas de derrumbes en La Habana, varios de ellos con consecuencias fatales. Solo en lo que va de 2025, se han producido múltiples desplomes parciales en el municipio de La Habana Vieja, una de las zonas más densamente pobladas y olvidadas por el gobierno. El pasado 25 de junio, por ejemplo, colapsó un balcón en Muralla entre Compostela y Aguacate, sin dejar víctimas, pero evidenciando el riesgo diario al que se exponen miles de ciudadanos.

Un informe de CubaNet publicado a fines de 2023 alertó que en tan solo una semana de lluvias se registraron 17 derrumbes parciales y 11 totales en municipios como Cerro, Diez de Octubre y Centro Habana, zonas donde la infraestructura envejecida convive con la pobreza extrema. En muchos casos, los residentes han presentado quejas y solicitudes de reparación durante años, sin respuesta.


La gravedad de estos hechos no puede desligarse del contexto general de crisis estructural que atraviesa Cuba: déficit habitacional crónico, colapso de los servicios básicos, carencia de materiales de construcción y una burocracia incapaz de responder a las necesidades más urgentes de la población. Mientras tanto, el régimen continúa invirtiendo millones en hoteles y megaproyectos turísticos, relegando la seguridad de sus ciudadanos a un segundo plano. Cada derrumbe es una tragedia anunciada, resultado directo de décadas de negligencia institucional y prioridades distorsionadas.


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