La semana pasada, un ciudadano cubano que residía de forma ilegal en Estados Unidos fue detenido en Nuevo México. Esto ocurrió después de que agentes de un control de la Patrulla Fronteriza (USBP) revisaran sus antecedentes penales, revelando un preocupante historial delictivo junto con una orden de deportación ejecutoria en su contra.
El individuo del cual solo las autoridades conocen su identidad por su propia voluntad se personó en un punto de control el 29 de abril, de acuerdo con lo que escribió el jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en su cuenta en X, Michael W. Banks.
El individuo de nacionalidad cubana presenta un preocupante y amplio historial criminal que abarca asesinato, homicidio por imprudencia, disparos efectuados desde un automóvil, alteración de evidencias, posesión de drogas ilícitas y la tenencia de un arma no permitida, según reportan las autoridades.
Dentro de su historial se encuentra además una orden de expulsión lo cual agrava más su situación y se revierte en una posible deportación a la isla según, según el artículo 8 USC 1253 Ley de Inmigración y Nacionalidad-INA mencionado por Banks. “Esta detención pone de relieve el papel crucial que desempeñan los puestos de control para mantener a nuestras comunidades a salvo de los delincuentes violentos”, destacó el alto oficial.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, junto con diversas agencias federales y estatales, ha intensificado sus esfuerzos para identificar y arrestar a inmigrantes indocumentados y aquellos con antecedentes delictivos, en las fronteras y principales vías del país.
En los primeros cien días de su segundo período presidencial, Donald Trump ha llevado a cabo las promesas de su campaña enfocándose en una política estricta hacia la inmigración no autorizada.
Durante este lapso, se ha registrado la detención de 66,463 inmigrantes, de los cuales el 75 % cuenta con un historial delictivo, de acuerdo con los datos revelados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
De ese número, 2,288 se identifican como supuestos miembros de grupos delictivos como el Tren de Aragua, MS-13 y Barrio 18; por otro lado, hay 1,329 individuos que enfrentan acusaciones o han sido condenados por delitos sexuales, y 498 por homicidio.
La entidad gubernamental ha ratificado la expulsión de 65,682 inmigrantes sin documentos, abarcando a criminales que representan un riesgo para la seguridad pública y nacional.
Trump tiene la intención de expulsar a un millón de inmigrantes sin documentos durante su primer año en el cargo. Esta meta, que ha sido anunciada, ha suscitado reacciones negativas y dudas entre analistas y especialistas en el tema migratorio, quienes la ven como una tarea casi irrealizable por la escasez de recursos y las barreras legales existentes.
La Patrulla Fronteriza, parte del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, desempeña un papel crucial en la seguridad nacional por varias razones. Es responsable de prevenir la entrada ilegal de personas en el país. Esto es fundamental para mantener el orden y la legalidad en las fronteras.
También se encarga de ayudar a prevenir el tráfico de personas, drogas y otros delitos transfronterizos. Esto contribuye a la seguridad de las comunidades tanto en la frontera como en el interior del país. Igualmente es esencial en prevenir amenazas terroristas identificando y deteniendo a posibles grupos que podrían ingresar con fines hostiles, entre muchas otras cuestiones.