Presentador cubano Alexander Otaola analiza el reportaje de Luisito Comunica y asegura que no tiene compromiso con la verdad

En la más reciente emisión de «Hola! Ota-Ola» del miércoles 30 de abril de 2025, el reconocido influencer cubano Alex Otaola llevó a cabo un análisis detallado y contundente sobre el reportaje que Luisito Comunica realizó en Cuba. La transmisión, que se ha convertido en un referente de noticias y análisis sin censura sobre Cuba, abordó con rigor y profundidad los contenidos y omisiones del youtuber mexicano, poniendo en evidencia las complejidades y contradicciones del viaje y su narrativa.

La entrada autorizada y el control de la narrativa

Alex Otaola destacó desde el inicio que el ingreso de Luisito Comunica a Cuba no fue un proceso casual ni espontáneo, sino que estuvo completamente regulado y monitoreado por la Seguridad del Estado cubana. Según Otaola, Luisito Comunica contó con la autorización de las autoridades para grabar y mostrar lo que quisieran, siempre bajo la supervisión y condicionamiento de la dictadura.


Esta situación contrastó con el trato que reciben otros youtubers y periodistas independientes, quienes son interrogados, perseguidos o expulsados. Otaola enfatizó que Luisito Comunica fue un “satélite” dentro de Cuba, con un recorrido cuidadosamente planificado y acompañado por agentes del régimen, lo que limitó la posibilidad de mostrar la verdadera realidad del país.

La superficialidad y la normalización de la miseria

Uno de los puntos medulares del análisis fue la crítica a la superficialidad con la que Luisito Comunica abordó la crisis cubana. Otaola señaló que el reportaje se centró en mostrar aspectos conocidos y evidentes, como los apagones, los edificios en ruinas y las tiendas en dólares, pero sin profundizar en las causas estructurales ni en la responsabilidad del régimen.

La narrativa de Luisito, según Otaola, se apoyó en repetir el discurso oficial de la dictadura sobre el “bloqueo económico” como la principal causa de la crisis, sin cuestionar ni evidenciar el papel del gobierno cubano en la precariedad social y económica. Esto, a juicio de Otaola, contribuye a normalizar la miseria y a desinformar a la audiencia internacional.

Ejemplos de omisiones significativas

  • Otaola destacó que Luisito Comunica no abordó temas críticos como la represión política, la existencia de presos políticos ni las recientes detenciones de opositores como José Daniel Ferrer y Félix Navarro.
  • No se mostró el contraste entre la vida de la población común y la élite gobernante ni se evidenció la distribución desigual de recursos, como hoteles cinco estrellas frente a barrios en ruinas.
  • El reportaje no cuestionó la confiscación de propiedades ni la falta de libertades básicas, ni tampoco la corrupción y control del Estado sobre la economía.
  • Otaola resaltó la ausencia de denuncias sobre la utilización de niños en actos de repudio contra la oposición, un fenómeno que refleja la manipulación y el autoritarismo del régimen.

La crítica a la “resiliencia” y la psicología del sometimiento

Otro aspecto relevante que Otaola abordó fue la forma en que Luisito Comunica resaltó la “resiliencia” del pueblo cubano, una palabra que, según Otaola, es utilizada por el régimen para justificar la miseria y la falta de derechos. Para Otaola, calificar de “resiliente” a un pueblo que sufre hambre, apagones y falta de libertades es una forma de minimizar la gravedad de la situación y de invisibilizar la responsabilidad política.

Esta narrativa, afirmó Otaola, contribuye a una psicología de cajita o de aceptación pasiva que muchos cubanos rechazan y que no refleja la lucha ni el sufrimiento real que enfrentan diariamente.


La complicidad y las contradicciones del influencer mexicano

Otaola no escatimó en críticas hacia Luisito Comunica, a quien calificó como un “descarado” y un “títere” que se presta para el juego de la dictadura cubana. Según Otaola, Luisito no mostró compromiso con la verdad ni con el pueblo cubano, sino que su reportaje sirvió para lavar la imagen del régimen y para promover una visión edulcorada y parcializada de la realidad.

Entre las contradicciones señaladas, Otaola mencionó:

  • La falta de denuncia del control absoluto del Estado sobre la economía y la criminalización del sector privado.
  • La omisión de la represión política y la censura, a pesar de que Luisito tuvo libertad para grabar y preguntar.
  • La promoción implícita de marcas y productos vinculados al régimen, como el ron Habana Club, sin cuestionar su origen ni su impacto en la economía nacional.
  • La presentación de las tiendas en dólares y las facilidades para turistas como una normalidad, sin mencionar la exclusión y pobreza de la mayoría de los cubanos.

La reacción de la comunidad cubana y las voces críticas

Durante la transmisión, Otaola compartió múltiples llamadas de la audiencia que expresaron su descontento y decepción con el reportaje de Luisito Comunica. Muchas voces coincidieron en que el material no representa la realidad ni ayuda al pueblo cubano, sino que más bien contribuye a la desinformación y a la manipulación mediática.

Algunos comentarios destacados incluyeron:

  • La acusación de que Luisito Comunica fue un “instrumento” del régimen para vender una imagen falsa de libertad y normalidad.
  • El rechazo a la minimización de la crisis y la exigencia de una cobertura más profunda y comprometida con la verdad.
  • La preocupación por la complicidad de influencers y medios que terminan beneficiando a la dictadura al no denunciar sus crímenes ni abusos.

Conclusión: La importancia de un periodismo comprometido y sin censura

El análisis de Alex Otaola sobre el reportaje de Luisito Comunica en Cuba pone en evidencia la necesidad urgente de un periodismo crítico, independiente y comprometido con la verdad. La realidad cubana es compleja y dolorosa, marcada por la represión, la pobreza y la falta de libertades, y no puede ser reducida a una narrativa superficial ni manipulada para intereses políticos.

Otaola hace un llamado a la comunidad internacional y a los medios de comunicación para que no se dejen engañar por versiones oficiales ni por materiales que buscan normalizar la miseria y el autoritarismo. La verdad debe ser contada en su totalidad, con valentía y sin miedo, para que el pueblo cubano pueda ser escuchado y apoyado en su lucha por la libertad y la justicia.

Finalmente, Otaola invita a sus seguidores y a la sociedad en general a mantenerse informados, críticos y activos, exigiendo que se reconozca a Cuba como un estado fallido y que se apliquen las medidas necesarias para enfrentar la dictadura y apoyar a los cubanos que sufren día a día.


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