
El gobierno cubano empleó nuevamente a menores para llevar a cabo una manifestación hostil frente al domicilio de José Daniel Ferrer, que es la actual sede de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). Este incidente ocurrió el martes, el mismo día en que se realizó un operativo policial que resultó en la captura del líder opositor.
La «manifestación» la protagonizaron un buen grupo de estudiantes en uniformes de conjunto con maestros, funcionarios del partido y agentes de la Seguridad del Estado infiltrados, los cuales desfilaron por frente a la sede de la UNPACU en Altamira, Santiago de Cuba gritando consignas comunistas como «Viva la revolución» y «Fidel, Fidel».
Ana Belkis Ferrer García hermana del líder opositor José Daniel Ferrer, grabó este acto de repudio y lo colgó en Facebook para que el mundo conozca cómo la dictadura emplea a los menores de edad con fines políticos. “Marcha comunista frente a sede UNPACU. Está pasando ahora, utilizan maestros y estudiantes”, manifestó Ana Belkis mientras filmaba la ola de estudiantes que pasaban por el frente de la vivienda.
Sin la aprobación de sus progenitores, los estudiantes fueron retirados de sus escuelas para asistir a una de las ceremonias más detestables del régimen: los despreciables “actos de repudio” organizados contra opositores y defensores de derechos humanos cubanos que se atreven a protestar contra el sistema totalitario.
Activistas en Cuba han denunciado en más de una ocasión el empleo de menores de edad en actos de propaganda estatal, una táctica empleada por el régimen cubano para supuestamente desacreditar a la oposición. Un hecho similar ocurrió en el 2023 frente a la vivienda de la activista Daniuska Salcedo Verdecia donde varios escolares también se emplearon con el mismo fin.
A inicios del presente año también se utilizaron a los niños para dramatizar la entrada de Fidel a La Habana en 1959, iniciativa a la que recurren todos los años. En el año 2020 se denunció también que eventos de apoyo oficial involucraban a estudiantes en un esfuerzo por satisfacer sus intereses políticos.
El uso de niños en estas situaciones no solo implica una explotación de la infancia con fines ideológicos, sino que también constituye una seria transgresión de los derechos infantiles y evidencia el adoctrinamiento sistemático presente en las instituciones educativas de Cuba.
Investigaciones previas de CiberCuba han evidenciado el uso que hace el régimen de museos en homenaje a Fidel Castro y de programas escolares para promover una ideología política desde la infancia. El evento que ocurrió esta semana tiene sus antecedentes en la encarcelación del líder de la UNPACU junto a su esposa Nelva Ismaray Ortega Tamayo y su hijo.
De acuerdo con las quejas de sus seres queridos, las fuerzas del orden advirtieron a Ortega Tamayo que podrían quitarle la custodia del niño si persistía en su trabajo humanitario y en su compromiso político.
La idea de convocar a una pequeña marcha estudiantil frente a la vivienda donde días antes arrestaron de forma violenta a varias personas por pensar diferente no es más que un reflejo del nivel de degradación humana que posee la dictadura cubana que no cesa en sus intentos por callar a quienes deciden día a día entregar su vida por la libertad de Cuba.
La ausencia de ética y de respeto por parte de quienes diseñan y llevan a cabo estas acciones, involucrando incluso a menores sin culpa, es un indicativo preocupante de cómo el régimen no establece fronteras éticas en su deseo de mantener el dominio.
En enero de este año, José Daniel Ferrer fue liberado tras un pacto negociado por el Vaticano y el gobierno de Biden, después de haber pasado casi cuatro años encarcelado. Sin embargo, su libertad fue cancelada recientemente, argumentando que infringió las reglas de su liberación al proseguir con sus actividades de activismo.
Desde ese momento, Ferrer volvió a dedicarse a su trabajo en la comunidad desde las instalaciones de UNPACU, ubicadas en Santiago de Cuba, donde proporcionaba alimentos a quienes más lo necesitaban. La persecución hacia él y su círculo se agravó en las semanas recientes, con seguimientos, monitoreo, manifestaciones de rechazo y arrestos sin justificación.
Varios organismos internacionales y la administración de Estados Unidos han expresado su firme rechazo ante el reciente arresto de Ferrer y el hostigamiento constante que su familia y círculo cercano están sufriendo.