
El 3 de abril, funcionarios del condado de Broward anunciaron que los restos descubiertos en el tren de aterrizaje de un avión de JetBlue el 6 de enero fueron identificados como pertenecientes a dos adolescentes dominicanos: Elvis Borquez Castillo, de 16 años, y Jake Anilus Lucy, de 17 años.
Los cuerpos fueron encontrados en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood mientras se realizaba una revisión de mantenimiento luego de la llegada del vuelo 1801 procedente de Nueva York.
El lamentable suceso ha afectado profundamente a muchos debido a su contexto y al dolor que sintieron las familias involucradas. Ironely Castillo, la madre de Elvis, compartió su pesar durante una conversación con Univisión, instando a los padres a prestar más atención a sus hijos.
El abogado de los familiares destacó la importancia de esclarecer los detalles, manifestó según su criterio los adolescentes tuvieron que haber recibido instrucciones previas sobre cómo acceder al avión.
El vuelo 1801 de JetBlue despegó del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) a las 19:49 del 6 de enero y llegó a Fort Lauderdale a las 23:10. Durante una inspección rutinaria en tierra, el personal de mantenimiento descubrió los cuerpos dentro del compartimento del tren de aterrizaje. La aerolínea anunció inicialmente que se desconocía la identidad de los fallecidos y que se estaba llevando a cabo una investigación.
El incidente puso de manifiesto la preocupación por la seguridad aeroportuaria y los métodos que emplearon los adolescentes para llegar al avión sin ser detectados. Funcionarios y especialistas en aviación han enfatizado que el acceso a esta sección del avión está estrictamente controlado.
Las familias de Elvis y Jake buscan aclaraciones mientras esperan el regreso de los restos de los adolescentes a República Dominicana para su entierro. Sigue sin conocerse cómo abordaron el avión ni las circunstancias que influyeron en su decisión.
El abogado que representa a las familias destaca la necesidad de que la investigación determine quiénes pudieron haber influenciado a los jóvenes, quienes fueron reconocidos a través de imágenes y validados mediante pruebas genéticas.
A medida que continúa la investigación, la situación de estos jóvenes dominicanos pone de relieve preocupaciones apremiantes respecto de la seguridad aeroportuaria y los factores que los llevaron a poner en peligro su seguridad en una búsqueda desesperada de un futuro impredecible.